La feria Made in Galicia cerró ayer sus puertas. Después de dos semanas, los comerciantes y emprendedores que han participado este verano ya están pensando en la próxima edición. “Muchos quieren repetir”, asegura Natalie Barreira, organizadora de este evento.
Más de treinta artesanos de toda Galicia –que elaboran productos de lo más variado–pudieron dar a conocer su trabajo. “Durante quince días estás en el centro de A Coruña, es una publicidad buenísima”, asegura Barreira.
Más allá de las ventas, los comerciantes aprovechan para exponer sus productos y, al mismo tiempo, pueden promover relaciones comerciales entre ellos y con los visitantes.
Este año, incluyeron un espacio dedicado a emprendedores. “Porque Galicia es más que tradición”. La mayoría quieren repetir experiencia.
En cada edición, miles de personas visitan los puestos. Este año no fue menos, salvo los dos días que llovió a mares.
Respeto a las ventas, “algunos las mantuvieron y otros aumentaron”. En este apartado quienes tuvieron un gran peso fueron los cruceristas. “Este año hubo muchos cruceros. Hubo muchos americanos y se lograron buenas ventas”, apunta Barreira.
De paso, esta feria se convierte para todos ellos en la mejor tarjeta de presentación “de todo lo que se hace en Galicia”, subraya Barreira.