Asoman la pata en el mercado con una tan punki como las del principio. El resto será una exclusiva para la ciudad. Y clásicos.
¿Pero llegan antes que el disco? A Coruña será privilegiada.
Sí. Es lo que toca. Será seis días antes de que salga el disco porque por fechas no puedes compaginar una cosa y otra. Irá la gente sin conocer los temas, pero siempre sonamos bien en directo, así que no pasa nada.
Si tocan las favoritas, seguro que el público no pitará.
Sí, es que en el directo tocamos 28 canciones y del nuevo solo nueve.
¿Alguno de los temas lo ven como un clásico en el futuro?
Siempre piensas que todos lo pueden ser, porque cuando haces un disco confías en que cada cancion sea buenísima. El single “Con los brazos en cruz” es muy punki, muy de Hombres G del principio. Es uno de los mejores y nos gusta empezar fuerte, después los tenemos a medio tiempo, baladas... Cualquiera puede ser un clásico, ya nos pasó con “Lo noto”, que publicamos en 2002, y es un clásico. Siempre hay alguno, aunque la mayoría estén en los primeros porque fue cuando nos afianzamos.
¿Qué preparan para el día 9?
A la gira le daremos algo distinto a la anterior, pero luego somos como somos, sin artificios. Venimos a dar caña y a cantar con ellos las canciones, los espectadores se sienten como en su fiesta y lo único que tratamos es de no repetir la imagen ni el escenario de hace un año, cambiamos la iluminación. Tampoco hacemos virguerías porque no hace falta: están el público y las canciones.
Un público fiel donde los haya.
Hay que ser muy fan para seguirnos 35 años y arrastrar a los hijos. En 2002, ya venían con ellos, ahora nos juntamos varias generaciones. Nosotros estamos como siempre, no hemos cambiado.
Supongo que eso les hace tener mucha responsabilidad para no defraudar.
Sí, lo que pasa es que mantener el listón no nos cuesta porque hacemos lo que nos da la gana, si no lo haces así y piensas en algo que funcione, malo. Nosotros seguiremos siendo siempre nosotros. Mientras haya salud, lo demás lo tenemos.
¿Siguen funcionando igual?
En algunas cosas no, en los 80 David venía con melodías y letras y todos los demás nos poníamos a funcionar con instrumentos, yo con la guitarra. Ahora puede componer en casa y contar con las nuevas tecnologías. A David se le ocurre la melodía y un arreglo de piano, a mí me da muchas pistas. Y él tiene las cosas claras, viene y me dice “grabé tal canción, ¿qué te parece?” La manera de trabajar es la misma. Yo hago mis cosas, pero son muy distintas a Hombres G. David puso el sello personal al grupo y estamos donde estamos por eso y por guardar un máximo respeto al trabajo de los demás.
Es una manera de decir ‘aquí estamos entregadas a la causa’ y lo cierto es que hemos visto la evolución de la lencería, que ha ido reduciendo de tamaño
Importante que no se dé una lucha de egos.
En un grupo no tiene cabida esa lucha. Los cuatro somos igual de importantes, una estructura que funciona y tenemos asumido nuestro papel.
¿Les siguen llamando pijos?
El otro día estábamos haciendo un videoclip con unos amigos argentinos y hablábamos de las palabras que cambian y explicábamos lo que era ser pijo. Ahora ya no se usa tanto y muchos nos tratan de usted. Las madres nos tutean, pero los hijos sí lo hacen.
¿Llueve lencería en el escenario?
Sí, es una tradición muy divertida que siguen practicando las “chicas cocodrilo”, una manera de sentirse muy bien. De decir “aquí estamos entregadas a la causa” y lo cierto es que hemos visto la evolución de la lencería, que ha ido reduciendo de tamaño.
¿Recuerda sus primeros conciertos en la ciudad?
En A Coruña recuerdo estar en la playa. En el 82-83 nos recorríamos las discotecas y salas gallegas. Eran muchísimas horas de coche, una odisea llegar, pero nos lo pasábamos genial por la gente y la comida. Me acuerdo del público cuando éramos tan jovencitos. Había mucho ambiente, siempre lo hubo, sobre todo, en discotecas y en la costa.
Tocarán de memoria.
Sí, con el primer acorde, la gente ya sabe cuál es. En algunos temas hasta nos callamos. Somos un poco los directores de orquesta.
Marta y su marcapasos, el del jersey amarillo... ¿a qué personajes le cantan en la actualidad?
David siempre compuso cosas muy del presente, generalmente, siempre habla de amor. Son cuestiones que se le ocurren, el single es una imagen de un tipo de nuestra época que sigue siendo un gamberro. Son cosas normales, por eso, la gente se identifica. Ya no le cantamos a nuestra chica del cole porque tenemos hijos, pero aquellas las cantamos con la misma alegría y dignidad.
¿Es su resurrección?
Es una de las canciones, pero como palabra nos gustó. Resucitamos cada año. Después de una carrera tan larga, tenemos que hacer ese ejercicio. A nuestra edad como artista, no te puedes dejar llevar por la inercia. David dice que es como andar en bicicleta, siempre tienes que estar pedaleando. Venimos con nuevo disco y repertorio clásico para hacerlo nuevo y sentirnos vivos.