Una falta de vejación injusta de carácter leve va a costarles multas de 120 euros a una madre y su hija, en sanción por el comportamiento que desplegaron el pasado mes de febrero contra una enfermera del hospital de Oza, donde era atendido el hijo y hermano de las denunciadas, en estado de coma vegetativo. El Colegio de Enfermería hizo ayer público el fallo, que para su presidente, Sergio Quintairos, deberá “servir de ejemplo (...) a esa minoría de pacientes y familiares que no tienen respeto por el trabajo de los profesionales sanitarios”.

La sentencia del juzgado de instrucción 7 castiga las “expresiones despectivas y desconsideradas” que recibió la profesional cuando dirigía aquella mañana a una celadora y una auxiliar en las labores de cambio de postura del paciente, por considerar que causaron “un menoscabo directo a su prestigio”. Según se recoge como hecho probado, las dos mujeres comenzaron a recriminar al personal que no tratara a su pariente de la forma que ellas creían correcta y llegaron a llamar “lerdas, putas y locas” a las trabajadoras, y a levantarle la mano a la enfermera.

La jueza tiene en cuenta la “delicada” situación de las denunciadas, dedicadas a cuidar de su familiar desde hacía años, pero entiende que ello no justifica “que se hubiesen vilipendiado, humillado y desprestigiado a la enfermera de forma tan desproporcionada”. Además, la resolución destaca que las denunciadas ya habían protagonizado altercados similares, hechos que llegaron a motivar que se les restringiera el acceso al centro hospitalario.