Una de las ventajas de vivir en Europa es la facilidad que hay para moverse entre los distintos países. Esto, unido a una práctica muy antigua como el voluntariado y a la formación, es lo que ha traído hasta A Coruña a Julia Makanova y Ana Martinic, de Rusia y Croacia, respectivamente. A través de la Asociación Muxelka colaborarán durante nueve meses en el CEIP María Pita y en el IES Elviña como profesoras de inglés.
Ambas buscaban una experiencia en un otros países con la que poder avanzar en su carrera en la enseñanza. “Trabajaba como profesora en Moscú y quería ver cómo trabajan los profesores en otros países”, dice Julia. Ana, de Split, buscaba algo similar y prefería una ciudad pequeña, pero sobre todo le importaba que fuese “un proyecto que me gustase”. Ninguna eligió A Coruña, pero están encantadas con lo que han visto y sobre todo porque podrán practicar surf, una de las pasiones más grandes de su vida.
Es la primera vez que realizan un voluntariado en el extranjero, aunque Julia ayudaba en orfanatos en Moscú y estuvo un par de veces en una granja en Cantabria, por lo que su español es un poco mejor que el de Ana, quien durante este período trabajará en el IES Elviña. “Yo trabajo con niños un poco más mayores y es interesante porque hay muchos que llegaron de otros países y no hablan casi español y es un desafío. Les pregunto cosas en inglés para traducirlas a español y piensan que me están ayudando, pero se están ayudando a ellos mismos. Hablamos sobre Croacia y les pregunto por los mejores sitios para hacer surf. Hago como que no les entiendo, así tienen que explicarse y se ayudan entre ellos”, relata Ana.
difícil, pero interesante
Mientras, Julia está en el María Pita con alumnos más pequeños. “Están muy interesados en tener una nueva profesora. Les explico cosas en inglés y les es difícil, pero lo intentan y ven si les entiendo y ellos a mí”, dice ella, quien añade que “no están muy concentrados en las clases, pero se relajarán”.
Tras esta iniciativa está la Asociación Muxelka y el trabajo de Anastazja Orłowska. Las voluntarias, además de sus tareas en las escuelas, colaboran con esta entidad. “Es el segundo año que se hace este proyecto. Tenemos unos 15 voluntarios en el extranjero y este año empezamos a colaborar con los colegios”, afirma.
Además, sostiene que Ana y Julia “tienen muchas ideas y quieren promover proyectos europeos” (ambas afirman que una de sus principales motivaciones es establecer nuevos vínculos sobre movilidad) y, por si fuera poco, también “van a hacer sus proyectos personales durante este período”.