La cadena Alda Hotels prevé que la reapertura del Sada Marina supondrá la creación de medio centenar de puestos de trabajo, una vez que se haga efectiva.
Alberto Rodríguez, managing director de la firma, fue el encargado de hacer pública la compra definitiva del edificio a la entidad financiera Abanca, aunque no precisó a cuánto ascendió el coste de la operación. Cabe recordar que el banco lo adquirió en su momento por 370.000 euros.

El hotel está previsto que vuelva a abrir sus puertas este verano, aunque la reapertura no sería totalmente efectiva hasta la Semana Santa de 2019.
Alda Hotels se hace cargo de la gestión de las habitaciones, ya que la filosofía de la empresa es tan solo ofrecer alojamiento. Para el resto de servicios, como restaurante, cafetería o gimnasio, entre otros, contará con firmas externas.

Habitaciones
El hotel dispone de 70 habitaciones y 20 apartamentos y el adquirente tendrá que realizar un importante desembolso en reformas que, por el momento, no han sido cuantificadas.

Rodríguez indicó que la adquisición del inmueble sadense, que permanece cerrado desde el año 2013, es la operación económica más importante que ha realizado desde su constitución como empresa. Todos los establecimientos hoteleros con los que cuentan son alquilados; sin embargo, en esta ocasión se han visto obligados a comprar porque no cabía otra posibilidad.
 

Satisfacción
La adquisición del edificio ha sido muy bien recibida por parte del Gobierno local sadense. El alcalde, Benito Portela, indicó que la iniciativa supondrá un impulso para la economía local y espera que genere empleo en la localidad.
“O Goberno municipal lembra que sempre apostou polo uso hosteleiro para o inmoble xa que era a única alternativa mái rápida, viable e realista”, dijo el regidor, al tiempo que aseguró que el Ayuntamiento facilitará la puesta en funcionamiento del nuevo hotel al igual que viene haciendo, según él, con todos los proyectos empresariales que eligen Sada para asentarse.

La recuperación del inmueble como hotel se impone al final frente a diversas iniciativas planteadas en estos cinco años, como la llegada de la Universidad Privada Fernando Pessoa de una universidad portuguesa o las ofertas de otras empresas, que no fructificaron.