El catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado, Juan Ferreiro, presentó ayer su libo “Relaciones Iglesia-Estado en el franquismo y en la transición. Antecedentes de los acuerdos de 1979”, en el plantea el debate sobre la reforma o la derogación de los acuerdos de la Santa Sede.
¿Qué presenta en este último trabajo?
El libro refleja la evolución de un Estado confesional a uno aconfesional, abordando el periodo histórico de la transición, por lo que se muestra el paso de una dictadura a una democracia. Surge en el momento en que estoy desarrollando un proyecto de investigación sobre la primavera árabe, y pienso que el libro puede ser una referencia para los países que pasan de un régimen totalitario a una democracia.
¿Entonces de una premisa religiosa acabó llegando a una lectura social?
Coincidió en el tiempo con una época de descontento social, que ha derivado en un rechazo de la clase política. Creo que es necesario que haya una mayor porosidad en los partidos y una reforma de la ley electoral, porque yo creo que la democracia está secuestrada y la copan entre unos pocos.
¿Y esto tiene solución?
Sí, con una mayor participación del ciudadano, eso sí, desde la preparación y desde la ética y el servicio público, no desde la profesionalización de la política. Los políticos deberían ser técnicos en un área, no solo políticos, que luego se acaba su mandato y no tienen profesión a la que dedicarse. Eso es una lacra.
Al margen la política, ¿qué planteamientos en el campo de la Religión presenta?
Lo primero, que deben revisarse estos convenios con la Santa Sede, que datan de 1979. Y hay que revisarlos desde la lógica democrática. En mi opinión, debería formarse una comisión mixta, en la que expertos de diversos ámbitos encarasen y debatiesen estas cuestiones.
¿Qué podría cambiar si se derogan o modifican estos acuerdos?
Pues, de base, se ajustarían a las condiciones políticas y sociales actuales. La Iglesia, actualmente, tiene exenciones fiscales que no son justificables en época de crisis. Deberían pagar religiosamente sus impuestos. Y tal vez haya gobernantes de la Iglesia que estén dispuestos, pero para ello hay que reabrir el debate y renegociar los acuerdos.
¿Estos privilegios fiscales son exclusivos de la Iglesia católica?
No, ninguna religión con acuerdo en España paga el IBI, por ejemplo de los templos. Hay acuerdos con católicos, judíos, protestantes y musulmanes.
Con el auge de la diversidad religiosa en España, ¿cómo se encara una reforma que quiere imponer la Religión en las aulas?
Es una asignatura que se debería dar fuera del horario lectivo y no ser curricular. Una opción sería instaurar una asignatura que fuera Historia de las religiones y que abordara el tema desde un punto de vista cultural y siempre en favor de la tolerancia. Su contenido, ahora, es apologético y lo eligen las autoridades religiosas. No es equiparable al resto de las materias, que las elaboran los poderes públicos. n