El debate de investidura de Pedro Sánchez continua este martes con las intervenciones de los portavoces de Esquerra Republicana, el PNV, los de los diferentes partidos que integran el Grupo Mixto y el de la representante del PSOE. Una vez finalicen sus 'duelos' con Sánchez, tendrá lugar la primera votación.
A las nueve de la mañana subirá a la tribuna el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, y, cuando termine de discutir con el candidato, hará la propio el del PNV, Aitor Esteban.
Después será el turno del Grupo Mixto, cuyos representantes tomarán la palabra de mayor a menor. Así, irán debatiendo con Sánchez, consecutivamente, Laura Borràs (Junts), Mertxe Aizpurua (EH Bildu), Ana Oramas (Coalición Canaria), Sergio Sayas (Unión del Pueblo Navarro), Joan Baldoví (Compromís) y José María Mazón (Partido Regionalista de Cantabria).
La última intervención de la segunda jornada del debate de investidura la protagonizará la portavoz del Grupo Socialista, Adriana Lastra.
Tras los debates de los portavoces con Sánchez, se procederá a la votación, que se hace por llamamiento y cada diputado se pone en pie para proclamar su voto, lo que lleva su tiempo. La hora en que se anuncie el resultado marcará el Pleno que habrá que celebrarse 48 horas en caso de que Sánchez no logre este martes la mayoría absoluta (176 diputados) que se requiere en el primer intento.
Dado que esa primera votación no tiene visos de producirse antes de las 16.00 horas, todo apunta a que la segunda votación, que se celebrará el jueves, tendrá lugar a partir de primera hora de la tarde. Todo dependerá, no obstante, del tiempo que dedique Sánchez a debatir con los portavoces que intervendrán el martes.
En la sesión que casi con toda probabilidad habrá que convocar el jueves, el candidato tendrá diez minutos para pedir el respaldo de la Cámara, y los representantes de los grupos parlamentarios dispondrán de cinco minutos cada uno. En total, una hora más antes de empezar la segunda votación por llamamiento, en la que al candidato ya le basta con mayoría simple (más sies que noes).
SI FALLA, DOS MESES HASTA EL 23 DE SEPTIEMBRE
En el caso de que Sánchez fracase y no se logre una alternativa viable en los dos meses posteriores a la primera votación, esto es hasta el 23 de septiembre, el Rey, con el refrendo de la presidenta del Congreso, deberá disolver las Cortes Generales al día siguiente y convocar nuevas elecciones 47 días después, el domingo 10 de noviembre.
Esta repetición de elecciones ya se produjo en 2016 cuando, tras la fallida investidura de Sánchez con apoyo de Ciudadanos de principios de marzo, pasaron los dos meses sin que prosperara ninguna candidatura y las Cortes se disolvieron para repetir los comicios el 26 de junio de ese año.
Ante el riesgo de que una nueva repetición de elecciones en plena Navidad, los partidos acordaron modificar la ley electoral para introducir una disposición adicional estableciendo que, en los casos de repetición de los comicios por falta de investidura, se acortaran los plazos del procedimiento electoral, bajando de 54 a 47 días.