En momentos de dificultad económica es donde la unión de las fuerzas cobra más importancia. Es lo que han podido comprobar los más de 400 niños que han participado en esta séptima edición de la feria Semente. Formando cooperativas, aunando esfuerzos y trabajando en equipo es como los alumnos de 20 centros participantes han logrado sacar adelante sus proyectos “empresariales” a lo largo de todo el curso. Un trabajo y un esfuerzo continuo que ayer tuvo su recompensa, durante el mercado celebrado en el Obelisco.
A lo largo del Cantón Grande se instalaron una veintena de puestos en los que los pequeños pudieron presentar al público todos los productos confeccionados durante los nueve meses lectivos. Pulseras, collares, abalorios, artículos de decoración, telas, maderas y artesanía en papel... todo un universo de color que abarrotó durante buena parte de la mañana la zona centro de la ciudad.
Éxito
Miles de personas acudieron a visitar el mercado, donde pudieron conocer el trabajo que realizaron los pequeños emprendedores. Entre estas visitas se encontraba el alcalde, Carlos Negreira, que, acompañado de los ediles de Servicios Sociales y Economía y Empresa, Miguel Lorenzo y María Luisa Cid, quiso felicitar a todos los participantes por el esfuerzo y la dedicación puestos en esta iniciativa municipal.
En esta séptima edición participaron las cooperativas de los centros de Infantil Sal Lence, Manuel Murguía, Emilia Pardo Bazán, Grande Obra de Atocha, Hijas de Jesús, Montegrande, Karbo, Calasanz, Calasancias; y los centros de educación especial María Mariño, Nuestra Señora de Lourdes y Nuestra Señora del Rosario.
Además de aplaudir el trabajo cuidado y artesanal de todos los productos, la iniciativa también incluye premios a los miembros de las cooperativas, en base a criterios de mejor decoración del stand y mejores elementos de promoción y publicidad de sus productos en el mercado. Además, también se premia a la iniciativa con mayor implicación en el proyecto.
El mercado, que se cerró al filo de las dos de la tarde, estuvo amenizado con actuaciones musicales y animación callejera que hicieron disfrutar no solo a los participantes, sino también a los miles de visitantes que encontraron en el Obelisco un ejemplo de trabajo y cooperación. n