El expresidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil Francisco Fernández Liñares aseguró ayer que “en absoluto” es un corrupto tras ser llamado a declarar de nuevo por la titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Lugo, Pilar de Lara, en relación a la adjudicación de unos contratos municipales a la empresa Sanle en el marco de la investigación de la operación “Pokémon”.
“No, no, en absoluto”, sostuvo el exconcejal y expresidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil antes de prestar, otra vez, declaración.
Red clientelar
Francisco Fernández Liñares es el principal investigado de la “Pokémon” en relación a una supuesta red clientelar con la que se amañaban contratos públicos en su etapa como concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Lugo, durante la Alcaldía del socialista Xosé López Orozco, y luego como responsable de gestionar la confederación de la cuenca.
Sobre las 17.15 horas Liñares llegó al juzgado. Antes de entrar bromeó con los periodistas, para manifestar que acudía “muy tranquilo”. “Esta es una declaración fácil”, apostilló Liñares.
Poco después llegó a la sede judicial el que fue concejal de Infraestructuras con Orozco, José Piñeiro, quien indicó que estaba “tranquilo”. Además, avanzó, al igual que Liñares, que iba a “responder” a las preguntas que se formularan durante el interrogatorio por la jueza.
“Voy a tratar de contestarle todo lo que pueda, y todo lo que sepa. No tengo nada que ocultar”, resaltó en relación a las pesquisas de la jueza sobre adjudicaciones del Ayuntamiento de Lugo a la empresa Sanle.
En este sentido, Piñeiro subrayó que “esas (por las de Sanle) y todas las obras que se adjudicaron siempre fueron por el procedimiento legal y normal que contempla la ley”.