Representantes de la oposición cubana recalaron ayer en Madrid para exponer ante las autoridades españolas el manifiesto con el que quieren que la comunidad internacional no sea “cómplice” del régimen de Raúl Castro y, ante cualquier acercamiento político o económico, “priorice” la defensa de los Derechos Humanos y la liberación de los presos políticos.
Una decena de opositores, entre los que figuran Guillermo Fariñas, José Daniel Ferrer, Iván Hernández y Wilfredo Vallín, firmaron el “Petitorio de Ginebra”, en el que plantean “que la exigencia del respeto a los Derechos Humanos de los ciudadanos cubanos sea prioritaria en los diferentes procesos de negociación política económica y diplomática”, tanto a nivel bilateral como multilateral.
En este sentido, advirtieron de que “todos los esfuerzos diplomáticos y políticos actuales para insertar plenamente a Cuba en los escenarios internacionales sólo tendrán sentido si consiguen beneficiar a todos los ciudadanos cubanos”. Así se lo trasladaron en Ginebra a varios relatores de la ONU y, entre ayer y hoy, están reiterando dichas peticiones en diversas reuniones en el Congreso de Diputados y el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
Ferrer, que obtuvo un permiso especial único para poder salir de la isla, destacó en un acto con medios de comunicación que los relatores fueron “muy receptivos” ante las propuestas de la oposición, que pide “solidaridad” con los “demócratas”. El coordinador general de la Unión Patriótica Cubana (UNPACU) apeló al “compromiso social” del “mundo libre” hacia Cuba.
Fariñas apuntó que la “exigencia” del respeto de los Derechos Humanos debe ser “prioritario” en los acercamientos hacia Cuba, ya que lo contrario, añadió, supondría caer en la “complicidad”. El mensaje se extiende tanto a gobiernos como empresarios y Fariñas recordó que el Gobierno castrista “pisotea incluso hasta sus propias leyes”.
“El régimen intervino empresas extranjeras sin indemnización”, dijo, al aludir al riesgo “bastante alto” que asumen todas las firmas que quieran invertir en la isla. Fariñas instó a las empresas españolas a “revisar lo que ha ocurrido en los últimos años” y advirtió de que las autoridades podrían perseguir a los propios empresarios sin cargo alguno.