Cuatro directivos de Loterías y Apuestas del Estado están llamados a declarar como investigados por el caso del boleto de la Primitiva premiado con 4,7 millones de euros el 30 de junio de 2012 en la ciudad y cuyo dueño todavía se desconoce.

El juzgado de Instrucción número 7 de la ciudad citó para el próximo 17 de enero a Juan Antonio Gallardo López, director de negocios de la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado (Selae); Joaquín Agudo Carreño, jefe del servicio de control de premios e invendidos; José Miguel Martínez Martínez, presidente de la Selae en el momento de los hechos; y Manuel Ortiz del Pozo, director de producción de sistemas técnicos.

Un informe policial concluyó que el gerente del local pudo practicar “un engaño” para quedarse el premio

Estas cuatro personas tendrán que declarar en virtud de su “presunta participación” en un delito de estafa cualificada, bien a título principal o accesorio.

Además, el lotero de la administración de San Agustín y su hermano, delegado de Loterías por aquel entonces y que mantiene su cargo en la actualidad, también están llamados a declarar mañana por el mismo asunto.

Este fue el despacho desde el que se comprobó si el boleto había sido premiado el 2 de julio de 2012, a las 11.25 horas. El portador del billete premiado no recibió la comunicación de los 4.722.337,75 euros que le correspondían, pero sí que obtuvo tres euros por la siguiente apuesta que, tras esta, cotejó.

En estos momentos se mantienen dos reclamaciones de los familiares de dos personas que ya fallecieron y que aseguraron ser los poseedores de la combinación ganadora, aunque llegó a haber más de 200 personas que aseguraron ser los dueños del cupón premiado.

Informe

Las investigaciones realizadas, incluido el acceso a los registros de Loterías, indican que ese día pasaron dos segundos desde que la administración ubicada en San Agustín comprobó el resguardo de la combinación ganadora y la siguiente, abonada con tres euros.

Un informe concluye que el gerente pudo practicar un “engaño” con el objetivo de “apropiarse del boleto”, aunque el lotero asegurase que se había encontrado el billete en su establecimiento encima del mostrador y que antes de tirarlo comprobó si había sido agraciado.

Aunque la comprobación se realizó en San Agustín, la Administración de Loterías número 44, situada en el supermercado Carrefour de la avenida de Alfonso Molina, recibió el aviso de que se había sellado de manera automática un boleto de la Primitiva ganador y cuatro billetes más que, según se sabe ahora, pertenecían igualmente al mismo hombre el 30 de junio de 2012. Siete años después, el caso sigue abierto a la espera de saber si se puede concretar quién fue el ganador y si el lotero cometió un delito.