El fiscal pide siete años y medio para el detenido por el asalto a la joyería Ragil

El fiscal pide siete años y medio para el detenido por el asalto a la joyería Ragil
cinco comerciantes lograron retener ayer a uno de los atracadores que asaltaron una joyería de la calle del general mola / foto de archivo

La detención del hombre que el próximo 12 de septiembre ocupará el banquillo en penal 5 por el asalto a la joyería Ragil de la calle del General Mola fue una suerte de triunfo cívico. Varios empresarios y hosteleros de la zona atendieron a los gritos de auxilio de la empleada que aquella tarde de febrero, hace medio año, fue encañonada y golpeada por dos desconocidos y persiguieron a los sospechosos hasta reducir a uno de ellos, sin importarles que los delincuentes dispararan sus armas contra ellos.
Aunque la acción ciudadana no evitó que el segundo ladrón lograra huir con la totalidad del botín, valorado en 107.000 euros, sí impidió que la banda se sustrajera a la justicia y ahora, el único de los detenidos responderá ante el juez por delitos de robo con violencia, tenencia y porte de armas y lesiones, que pueden mantenerle entre rejas siete años y medio, según la petición que ha formulado la Fiscalía.
El acusado es un quincuagenario de origen ruso aunque residente en Letonia que, según declaró antes de ser enviado a prisión, había llegado a la ciudad la misma jornada del asalto procedente de Francia, para encontrarse con un compatriota, su cómplice.

tres minutos
Siguiendo la primera versión  que ofreció el hoy acusado ante el juez de guardia, no hubo premeditación en aquel golpe, si bien los ladrones se fueron directamente a las joyas más caras del mostrador y las vitrinas del negocio, una vez que descubrieron sus intenciones ante la dependienta al sacar sus armas.
Tal como se refleja en el escrito que la acusación pública llevará al juicio, los dos hombres entraron en la joyería del centro a las cinco y cuarto de la tarde, poco después de la apertura, y tardaron “tres o cuatro minutos” en emprender la huida con las joyas en su poder. Antes, encañonaron a la trabajadora en el pecho y llegaron a golpearla con los puños en la cara, cuando esta trató de seguirlos por la calle al grito de “al ladrón, al ladrón”.
Fueron varias las personas que acudieron a su llamada y persiguieron a los delincuentes en su huida y retuvieron al ladrón hasta la llegada de la Policía. Según confesaban aquella misma tarde, lo siguieron a pesar de la amenaza de salir heridos y llegaron a usar la fuerza contra el desconocido, que intentó hasta el último momento revolverse y fue golpeado con una barra de hierro para que soltara su arma.

dos pistolas
Esa arma –una pistola detonadora de marca Ekol– no fue la única que le fue intervenida al delincuente, según se refleja en el informe provisional del fiscal. La Policía también requisó una segunda pistola de gas comprimido con munición y una navaja automática considerada como prohibida en el reglamento de armas.
Por su posesión, el Ministerio Público solicita una pena de dos años, a los que suma un año más por un delito de lesiones, más cuatro años y medio más por el robo con violencia y varias multas. Resta esperar las circunstancias atenuantes que pueda alegar en el juicio el letrado de la defensa para rebajar la condena del procesado, toda vez que su participación en los hechos ha quedado acreditada por los testigos. n

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