No se abre el telón porque con la Fura no lo hay. Es todo acción y el espectador forma parte de ella. Libre, aunque sea por momentos.
¿Es posible el arte total?
El arte total es la vida misma cuando tú te sientes protagonista y te sientes bien. También es arte total cuando te sientes muy mal por desgracia. Cuando todo tu pulso vital coincide con la vida. En el espectáculo se entiende cuando estás inmersivo, dentro de una aventura más que de una telenovela o un melodrama.
Ahora se valoran mucho las obras que sientan al público en el escenario, algo donde La Fura del Baus lleva ventaje.
Sí, el espectador está en el escenario rodeado de actores y música y tú vas por las disciplinas escénicas. Empiezas por la música, que es lo más abstracto, y a partir de ella surge la luz, la plástica, la energía del actor, la física, la poesía si hay texto, en fin, la danza... Es nuestro teatro. Lo que llamamos teatro “furero”, que es poner en el teatro lo que pasa en la calle, en los carnavales, en fiestas populares... Y hacerlo al mismo nivel. Esto hace que la gente tenga una experiencia. El objetivo es crear este escenario circular donde te pueden pasar cosas en estos 360 grados porque solo el hecho de girar y moverte ya supone una interacción.
Supongo que al principio les tildaban de locos para arriba.
Al principio sí. De hecho, ahí estaba la gracia. Empezamos en estos años tan bonitos de los 80, donde había ganas de libertad y un poco de frustación porque no había apenas guías de cómo ser libre, pero en estos espectáculos lo eres por momentos.
Aunque con un estilo ya macerado, se renovarán igual en cada espectáculo, ¿no?
Sí, porque la vida tiene estaciones y en la línea de teatro furero tenemos siempre un espectáculo en gira. Ahora estamos con “Manes” con la gente de pie, pero hemos entrado en otras líneas. Hicimos películas y, sobre todo, estamos en el mundo de los macroespectáculos hacemos muchas cosas. Es de calle y con mucha gente y con gigantes, escenografías voladoras... Requiere mucho trabajo. Además, también estamos en el mundo de la ópera, que era un mundo muy casposo y ellos mismos han querido renovarse un poco. Hemos tenido la suerte de entrar en las mejores óperas del mundo, en la Scala de Milan y en la de Munich, París... intentamos rodear al público de cantantes y crear la ópera esférica, que es de lo que irá la conferencia de hoy, obligarles a que se tengan que girar un poco, que pasen los actores por encima de ellos, por los reposabrazos de las sillas y funciona muy bien. Gusta.
¿Cuándo volverá con la compañía?
Tenemos un barco medio gallego, de los astilleros de Bouzas. A Coruña fue la capital de las especies, todo lo que era el tráfico marítimo de las especies venía a vuestra ciudad. Aquí llegó el clavo y la canela, lo del Pacífico. El barco lo tenemos desde hace años y lo estamos arreglando. Así que lo queremos llevar a Coruña pronto porque ahora se cumplen 500 años desde que se abrió esta ruta. Elcano salió de aquí la última vez. Por aquel entonces, con la comida sosa que había a la que solo se le echaba sal y romero. El pulpo se empezó a servir con pimentón. Le dieron al pulpo lo que faltaba.