Las aguas siguen bajando revueltas por Sada. Y, a buen seguro, lo seguirán haciendo durante bastante tiempo. Tanto como, al menos, los más de siete meses que restan para la cita con las urnas, en unas elecciones municipales en las que acertar el resultado, hablan los sadenses, es casi una quimera.
El pueblo está desconcertado. Como en todo, y más en política, hay partidarios de unos y de otros. Pero la calle habla, los bares hablan. Y sí, se nota que la imputación del alcalde, Ernesto Anido, es una más de las páginas que Sada suele llenar cuando se trata de los vaivenes de sus políticos. Ha pasado históricamente y pasa ahora.
Pero Anido está tranquilo. Quiso transmitir esa calma a finales de la pasada semana, cuando él y el resto de la opinión pública conocieron la citación del juzgado de Betanzos. Una llamada que le reclama como imputado por un presunto delito de prevaricación por la contratación de la que fuera primera coordinadora general del Ayuntamiento, Belia Vellón.
Mostró tranquilidad entonces y la sigue trasladando ahora a todo su entorno, así como a los ciudadanos. Él está seguro de su inocencia, de haber actuado acorde a la ley y de que el proceso judicial –no declarará hasta diciembre– le dará la razón.
Por todo ello, afirmó con rotundidad que la imputación llegada desde Betanzos –tras una denuncia del PDSP– no le hará cambiar los planes que tiene en marcha para el futuro tanto personal como en el seno del PP de Sada.
Es decir, que continuará al frente del partido en la localidad y no renunciará a ser de nuevo el candidato a la alcaldía en los comicios de mayo de 2015. Será por tanto su segunda comparecencia ante las urnas como líder de un PP que tuvo que recomponerse hace poco más de cuatro años tras la marcha de los miembros de su anterior grupo municipal.
Uno de ellos, por cierto, ahora actúa como si lo volviera a ser, Fernando Campos (APSI), cuyo partido decidió prescindir de él hace tiempo y aceptó el cobijo de Anido en el gobierno local.