Veinte minutos tontos

Veinte minutos tontos
Higuaín abrió el camino a la remontada del Real Madrid a los 10 minutos de partido efe

 

El Real Madrid recuperó la mejor de sus versiones en 45 minutos de vendaval, para remontar al Barcelona en la final de la Supercopa de España (2-1), conquistar el primer título de la temporada y torpedear el inicio de la etapa de Tito Vilanova.

La Liga conquistada en una competición que premió la regularidad del Real Madrid, con un triunfo en el Camp Nou, fue el primer paso para acortar la distancia entre dos enemigos. Frenar una hegemonía azulgrana. El primer triunfo en el Santiago Bernabéu de la ‘era Mourinho’ en un clásico iguala las fuerzas. Y lo consiguió con el estilo que tanto disfruta el aficionado madridista. Enterrando planteamientos defensivos y conservadores. Saliendo a por el Barcelona. Derrotándole con unas armas letales. El Barcelona estaba desfigurado en manos de los blancos.

Cuando se lo creyeron lo acribillaron. En el calentamiento se lesionó Dani Alves. Jugó Adriano cambiado de banda. Era el flanco débil por donde atacar. Lo explotaron al máximo. Un balón largo de Sergio Ramos encontró un grave error de Mascherano. Midió mal, cuando se giró buscando el balón era tarde. Higuaín desató la locura. A la segunda aprovechó el regalo superando a Valdés con un disparo que se coló por debajo de sus piernas.

El gol para voltear la eliminatoria ya lo tenía el Real Madrid. mMourinho debía decidir que hacer. No tuvo dudas. Tenía a su gran rival en la lona. Era el momento de noquearlo. Otro balón largo, un nuevo fallo del central, en este caso Piqué, permitió a Cristiano llevarse el balón de espuela. Valdés no salió y el portugués tuvo tiempo para controlar el balón dentro del área, acomodarlo y soltar un latigazo a la red. No falló a su cita. Ha marcado en los cinco últimos clásicos.

Tito Vilanova asistía impasible ante la peor imagen del Barcelona en años. En pie. En su zona técnica. Resoplando al ver que Mateu Lahoz anulaba el tercero del Real Madrid. Una falta lateral la cabeceó a gol Sergio Ramos. El árbitro vio falta de Pepe a Mascherano en el salto.

La resurrección blanca pudo encontrar el premio de una goleada de escándalo al descanso pero Higuaín perdonó.

Cuando el Barcelona vio que seguía en pie pese al baño, se levantó gracias a Iniesta y la pegada de Messi. El primer disparo a la portería de Casillas fue gol. Una falta ajustada al poste, un zurdazo inalcanzable.

De estar desfigurado el Barça pasó a recuperar su identidad. Parecía que el equipo que estaba en inferioridad numérica era el Real Madrid. Era imposible mantener el ritmo del primer acto. Decayó y le salvó su ‘santo’. Pedro la tuvo a un pase de tiralíneas de Xavi, Iker la sacó abajo y el Madrid se llevó el título. n

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