Las intensas y persistentes lluvias registradas durante la jornada de ayer provocaron importantes inundaciones en diferentes vías de comunicación de la comarca de Ferrol, que en algunos casos llegaron a estar intransitables. Uno de los puntos más conflictivos fue la carretera de la Trinchera, en el tramo comprendido entre el Puente de As Cabras y la rotonda de Alcampo, en el que el agua embalsada llegó a alcanzar la altura de las puertas de los vehículos, por lo que se circulaba con gran dificultad.
También se produjo un anegamiento de la calzada en la carretera de Covas, a la altura de la subida a la ermita de Chamorro, lugar al que, asimismo, tuvieron que acudir los bomberos del parque municipal de A Gándara para proceder a la limpieza de los sumideros.
Otro tanto ocurrió en la avenida de Esteiro, en la que también es habitual que se produzcan inundaciones cuando la lluvia es persistente como lo fue durante toda la jornada de ayer.
La Policía Local de Ferrol informó, asimismo, de la gran cantidad de agua que salía de los muros de contención laterales de la autopista AP-9 a la altura de Basanta, en el lugar en el que hace unos meses hubo un desprendimiento de piedras, por lo que alertó al personal de mantenimiento dependiente del Ministerio de Fomento, que señalizó la zona para evitar incidencias en la circulación.
Vecinos del barrio de Caranza expresaron ayer sus quejas por la inundación de una parcela situada en la parte trasera de la Torre 2 que el Concello de Ferrol habilitó recientemente como aparcamiento. Al parecer, el agua alcanzaba la altura de las rodillas y los coches no podían circular.
Por su parte, el personal del servicio de Emerxencias Narón tuvo que proceder a la limpieza de canalizaciones y sumideros en la rotonda situada en la confluencia de la avenida Bernardo Romero y la calle Arrieiros, en el polígono industrial Río do Pozo, en la que un carril de circulación quedó completamente anegado.
El Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Mugardos efectuó, asimismo, una intervención a causa de un accidente supuestamente provocado por la lluvia. Consistió en la salida de vía de un turismo que se dirigía a Ares por la carretera AC-123 y no hubo heridos.
Mientras tanto, los agentes de la Policía Local de Fene centraron su atención en observar la crecida del río Cádavo, que atraviesa el núcleo urbano de la población, por si hubiese peligro de desbordamiento, pero, a pesar del abundante caudal, no fue necesario intervenir.