El enfrentamiento entre Rusia y Ucrania impacta especialmente en las economías de la zona euro por cercanía y lazos comerciales. UBS ha analizado las cuentas de las principales cotizadas europeas, y la conclusión a la que ha llegado es que una de mayores víctimas de este conflicto es la multinacional coruñesa Inditex.
La entidad suiza ha centrado su lista de principales afectados en aquellos grandes conglomerados que tengan una exposición a Rusia de al menos el 5% de sus ingresos, beneficio operativo (ebit), ganancias o del valor de la compañía. Y hasta 23 grandes cotizadas tienen este elevado grado de exposición, según “El Confidencial”.
En el caso de la compañía fundada por Amancio Ortega, el éxito que le ha llevado a estar en prácticamente todos los rincones del planeta es ahora su cruz ya que, según los cálculos de UBS, el conflicto entre Rusia y Ucrania puede llegar a afectar al 6% de sus ingresos. El sector del consumo y moda europeo es uno de los más afectados por esta crisis, con Adidas a la cabeza, que ya tuvo que hacer una rebaja de sus estimaciones a finales de julio por esta crisis.
Como rival de Inditex, también es destacable el caso de la británica Marks&Spencer, que genera el 2% de sus ingresos y el 4% de su ebit en Rusia.
Mientras, el veto ruso a la entrada de productos agroalimentarios de la UE tiene para España un alcance “limitado, que nos permite a medio plazo buscar soluciones”, según el director de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Fernando Miranda. En rueda de prensa, Miranda explicó que el impacto es “limitado” porque el año pasado se exportaron productos agroalimentarios por valor de 337 millones de euros, lo que representa el 1,8% del valor total que España vende al mundo.
Admitió, no obstante, que el veto –anunciado el jueves por Rusia y que durará en principio un año– “tendrá más repercusión” para las exportaciones que estaban prácticamente en tránsito y se corresponden con productos perecederos, como las del sector hortofrutícola.
Miranda reiteró que España tiene “mercados alternativos para colocar” esta producción que antes iba para Rusia, aunque reconoció que ese cambio “no es inmediato” y cree que sí es posible a “medio plazo”.
Para ello, puso como ejemplo la carne de porcino, que sufrió su primer veto ruso a principios de 2013 y se enfrentó a otro nuevo a principios de este año. n