Personal de la empresa Urbaser, responsable del servicio de limpieza en Narón, acometió ayer la retirada de los restos de féretros que desde hace años se acumulaban en la parte trasera del cementerio parroquial de Sedes, procedentes del levantamiento de cenizas en algunos nichos. Los residuos en cuestión estaban depositados en una finca situada en la parte posterior del camposanto, también propiedad de la Iglesia, a la que se accede desde una puerta interior que está cerrada con un candado, por lo que no eran visibles ni desde el cementerio ni desde el atrio.
La retirada de los restos de autaudes fue ordenada por el Concello de Narón después de que, tras una consulta realizada a las Consellerías de Medio Ambiente y de Sanidad, por parte de la Xunta se hubiese determinado que se trataba de material asimilable a resíduos sólidos urbanos, por lo que su tratamiento es igual al de las basuras domésticas.
Paralelamente, el Concello ha abierto un expediente disciplinario al respecto, para tratar de aclarar la procedencia y la responsabilidad de ese vertido y que podría llevar implícita la imposición de una sanción.
La posible multa se sumaría al desembolso que habrá que hacer para abonar los gastos derivados de la retirada del material por parte de Urbaser.
denuncia
Todo este procedimiento es consecuencia de la denuncia presentada ante la Policía Local de Narón por una persona que ponía en su conocimiento la existencia de los restos de ataudes en la para posterior del cementerio de Sedes. El sacerdote Luis Manuel Ledo Álvarez, que también es párroco de Santa Rita de Xuvia y San Xiao de Narón, lleva al frente de la parroquia de Sedes menos de un año, a raíz de que le fuese asignada por enfermedad de su predecesor.
Según explicó ayer a este periódico, desconocía la existencia de dichos restos, que se han ido acumulando a lo largo de los años sin que nadie reparase en ellos porque no estaban a la vista. Se lo comunicó el propio denunciante el cuarto domingo de agosto, pero no tuvo tiempo a proceder a su retirada.
Sería el primer cometido de la recientemente constituida Comisión del Cementerio, que se formó en una asamblea vecinal convocada por el propio párroco y que se celebró el último fin de semana de septiembre en el local social de Sedes.
La intención era tener todo limpio para el día de Difuntos.
Ledo Álvarez considera una contradicción que cuando se estaban dando los pasos para que la nueva comisión se ocupase de la retirada de los residuos el denunciante lo hubiese puesto en conocimiento de la Policía Local de Narón, además de sacarlo a la luz pública.
La Policía fue a inspeccionar el lugar y, a partir de ese momento, la prevista retirada tuvo que paralizarse, en espera de que las autoridades competentes se pronunciaran respecto a si se tratada de residuos asimilables a la basura doméstica, como finalmente ocurrió, o si requerían ser tratados como contaminantes, por lo que se precisaría un tratamiento por personal especializado, cuestión que en ese caso tendría que resolver la Xunta de Galicia.
El párroco asegura que lo que finalmente sucedió es lo menos malo para la parroquia, ya que en el otro supuesto los gastos serían mucho mayores.
No obstante, y así lo anunció a los feligreses en la misa del pasado domingo, decidió prohibir la entrada en el cementerio y en el atrio al denunciante, mientras no le demuestre, por medio del correspondiente certificado del Obispado Mondoñedo-Ferrol, ser el titular de algún nicho en el camposanto de Sedes, “porque nos está violentando con algo que no es suyo”.
Previamente, cuando la denuncia se hizo pública, el parróco presentó por escrito su renuncia al obispo Manuel Sánchez Monge, que no se la aceptó y dejó en sus manos la resolución del asunto, que ayer, finalmente, se ha dado.
El concejal de Medio Ambiente de Narón, Manuel Ramos, confirmó ayer la retirada de los restos de féretros, después de que la Xunta de Galicia les comunicase por escrito que eran material asimilable a residuos urbanos.