Conocimiento, trabajo en equipo y compromiso. Estos tres ingredientes son los que se combinaron y dieron lugar a la 24ª edición del Día de la Ciencia en la Calle. Un lugar donde los alumnos de los diferentes centros participantes, junto a sus profesores, mostraron las investigaciones científicas que realizaron y prepararon con tantas ganas.
Miles de personas, una vez más, no fallaron a esta cita celebrada en el parque de Santa Margarita. Allí descubrieron en los diferentes puestos los experimentos y curiosidades que habían realizado las más de 70 organizaciones y centros participantes. Al mismo tiempo, si el visitante superaba las pruebas le daban dinero ficticio, este año llamado “Hawking”, para canjear por diferentes regalos.
Todo este despliegue necesita una cabeza organizadora, en este caso, Javier Novelle, que también es presidente de la Asociación de Amigos de la Casa de las Ciencias. Él mismo dice que es un gran trabajo, “pero que merece la pena, al ver que valoran el esfuerzo y que todos se lo pasan en grande”. Además, aseguró que recibe muchas llamadas de profesores preguntando por el Día de la Ciencia en la Calle y que se enteran por medio de sus alumnos porque quieren participar.
La ciencia es divertida
Esta jornada está pensada para acercar la ciencia a los vecinos de un modo divertido. Además, los participantes aseguran que ellos también aprenden e interaccionan mucho con el público asistente.
Desde el CPI Plurilingüe Cabo de Area, Lía, alumna que lleva ya dos años participando, aseguró que le gusta porque “se pasa tempo cos compañeiros”, además de por ser una amante de las ciencias, algo a lo que no duda dedicarse en un futuro: “estudarei Química ou Mediciña”. Ella presentaba su expositor como un acercamiento al “electromagnetismo, reaccións químicas e tensión superficial”.
Por otra parte, Ximena, del IES Menéndez Pidal, se centró en explicar el comportamiento del ojo y el por qué de la hipermetropía, miopía y astigmatismo. Todo ello de una manera muy amena y adaptada a todos los públicos: “Detrás hay un trabajo de investigación y de pensar en cómo explicárselo a los niños y a los adultos”. Además, también aprende porque mucha gente le cuenta particularidades de su vista.
Otro de los temas principales de este año fue el cambio climático. Desde el CPR Cid incidieron en él y su directora explicó las tres fases que se podían ver: el impacto humano, las consecuencias de la mano del hombre y la concienciación medioambiental. “Los alumnos aprenden lo que es el trabajo en equipo, adquieren conocimientos, toman conciencia del medio ambiente, se comprometen y dedican tiempo. Se trabajan muchos valores”, afirma. Valores a los que se unen Andrea, del IES Otero Pedrayo, e Irene, del Rafael Dieste. Ambas disfrutan explicando y descubriendo nuevos paradigmas: “Aporta conocimiento en ambas direcciones”.
Actividades paralelas
Pese a que el máximo peso de las actividades se dan en los diferentes puestos, también hay cabida para los juegos exteriores, como la popular carrera de caracoles o de aviones de papel, al igual que talleres de papiroflexia o artesanía en el parque “Redeiras”.
Paralelamente, existe el juego de equipos “Coca-coleando”, que consiste en contestar preguntas de la ciudad y de los diferentes museos con el fin de aprender y conseguir premios atractivos. A las 17.00, los equipos ya estaban de vuelta en el parque herculino para volcar los datos y saber en qué puesto quedaron.