Las caras de ilusión protagonizaron ayer la tarde en el aeropuerto de Alvedro debido a la tradicional llegada de los Reyes Magos en avión a la terminal coruñesa. Más de un centenar de pequeños esperaban ansiosos a las 16.30 horas para entregarles sus cartas a Melchor, Gaspar y Baltasar y poder contarles sus deseos antes de la mágica noche del domingo.

Sus Majestades llegaron procedentes de Oriente en un vuelo chárter –los paneles de la terminal anunciaban el importante aterrizaje– y acompañados de sus siempre fieles pajes reales, los cuales se encargaron de recoger las peticiones y dibujos que cada uno de los pequeños entregó con emoción y nervios. En primera línea, en la puerta de “llegadas”, en brazos o a caballito de sus padres, los niños recibieron a los Reyes Magos con una gran ovación y sus progenitores y familiares se encargaron de inmortalizar el feliz momento con sus teléfonos móviles.

“Vamos a traer muchos regalos”, aseguró ayer Baltasar, al mismo tiempo que recordó a los pequeños que tenían que portarse bien para tener la ansiada recompensa. Los tres escucharon las peticiones e historias de los niños hasta las siete de la tarde, hora en la que se retiraron a descansar “para ya ir el domingo por todo el mundo”. A pesar de que la sonrisa fue la tónica general, también hubo alguna que otra lágrima en aquellos más tímidos a los que la presencia de los Magos de Oriente les impone todavía.

Pero no solo los que se acercaron a Alvedro a propósito para ver a los Reyes Magos disfrutaron ayer de su presencia, sino que aquellos que tenían que coger un vuelo o llegaban también sacaron una sonrisa al ver la terminal tan animada.

Seguridad

Por su parte, el Ayuntamiento tiene todo a punto para la Cabalgata que mañana recorrerá las calles de la ciudad desde el mirador de Os Castros a las 17.30 horas. Así, habrá un dispositivo especial en el que trabajarán 132 efectivos entre Policía Local, Bomberos, Protección Civil y Cruz Roja.

A lo largo del recorrido –que irá por la avenida de Oza, Ramón y Cajal ,avenida del Ejército, Linares Rivas, plaza de Mina, Cantones y la avenida de La Marina, antes de llegar a su destino final, a la plaza de María Pita–, en el que participarán 400 niños, trece carrozas –siete de patrocinadores y seis municipales–, 150 artistas, 35 monitores y 50 personas auxiliares, habrá cinco salidas de evacuación: en la avenida de Oza con ronda de Outeiro; en las plazas de A Palloza y Ourense; a la altura de la subdelegación del Gobierno; y en la propia plaza de María Pita, donde se espera que la comitiva haga su entrada a las 20.00 horas. Una vez allí, se ofrecerá una chocolatada a los más pequeños y los Reyes Magos subirán al balcón del Ayuntamiento para hacer su tradicional saludo antes de emprender viaje para repartir los regalos.

En esta edición tampoco faltarán los puntos de atención sanitaria y los de movilidad reducida –habrá cinco de cada–, así como los de lactancia, que se ubicarán en la propia plaza de María Pita y en el centro cívico de San Diego.

La Cabalgata será más “cómoda” y “segura” este año debido a que su recorrido será totalmente recto para que las carrozas no se crucen en ningún punto, tal y como explicó el responsable de Seguridad Ciudadana, Carlos Touriñán, que aconsejó no desplazarse en coche y utilizar el transporte público. Asimismo, se repartirán 6 toneladas de caramelos por lo que "habrá para todos", destacó, al mismo tiempo que pidió a los padres que eviten que los niños se acerquen a los vehículos. "No va a llover así que no es necesario ir con paraguas para coger caramelos, sobre todo porque las varillas son peligrosas para los niños, lo digo por experiencias previas", quiso destacar también la alcaldesa, Inés Rey.