La refinería de Repsol en A Coruña aplicará a partir del próximo año nuevas y ambiciosas medidas de innovación y sostenibilidad en 2020, dentro de “la apuesta de futuro” de la compañía por la mejora de su competitividad y del medio ambiente, en el marco de su compromiso estratégico de reducción de emisiones y de lucha contra el cambio climático. Para ello, ha programado una parada en la que invertirá 64 millones de euros.
Durante esta etapa, que se iniciará el próximo mes de enero, la refinería llevará a cabo actuaciones y proyectos por un valor total de 64 millones de euros que estarán orientados a “la mejora de la seguridad, la fiabilidad, la protección del medio ambiente y la competitividad de las instalaciones”, según informaron desde la compañía.
De esta forma, Repsol quiere seguir avanzando “en su refinería de A Coruña hacia un futuro de bajas emisiones con inversiones medioambientales y de eficiencia energética”. La actuación llega, precisamente, después de haber destinado 69 millones de euros a la parada programada realizada en el segundo trimestre de este año. En el caso de la nueva parada programada, que se prevé esté terminada a finales del mes de marzo, seis unidades del área de Conversión de la refinería detendrán su actividad temporalmente para acometer distintas actuaciones de inspección, mantenimiento y mejora, con un coste estimado de 17 millones de euros. Otros cuatro millones de euros se invertirán en 25 actuaciones orientadas a la mejora de la seguridad, la fiabilidad, el medio ambiente y la competitividad de las instalaciones.
Además, durante esta parada programada terminará el desarrollo de los tres grandes proyectos de reducción de emisiones de dióxido de carbono y de mejora medioambiental y de la eficiencia energética iniciados en 2017, que cuentan con un presupuesto de 43 millones de euros.
La empresa recordó, además, que “está firmemente comprometida con el Acuerdo de París y la aspiración de limitar a un máximo de dos grados centígrados el incremento de la temperatura media global del planeta respecto a los niveles preindustriales”.
En este sentido, según sus datos, la refinería ha conseguido reducir un 30% sus emisiones de dióxido entre 2005 y 2018. Además, en la parada programada del área de Conversión de la pasada primavera se realizaron inversiones en eficiencia que supusieron una disminución de más de 15.000 toneladas al año de CO2.