La corporación de María Pita dio el visto bueno ayer –con la abstención de PP, BNG y Ciudadanos– a la cuenta general del pasado 2018, un documento en el que se incluye el pago de más de mil facturas irregulares por valor de 26,6 millones de euros.

En una sesión que se vio marcada por dos concentraciones, la de los empleados de Nostián y la de los vecinos expropiados de Elviña, el PSOE aseguró que, la situación actual del Ayuntamiento coruñés es de “equilibrio financiero”, con un ahorro de más de 22 millones. Asimismo, el portavoz de los socialistas, José Manuel Lage Tuñas, mostró su preocupación por el tiempo que tardan en ver la luz los contratos a día de hoy, un total de 17 meses de proceso, por lo que aseguró que indicó que pondrán un plan en el primer semestre del próximo año para normalizar el servicio y bajarlo a la mitad en noviembre de 2020. Además, el Gobierno local pondrá en marcha un plan estratégico de subvenciones en el primer semestre del próximo año, con vigencia hasta el 2022, para garantizar la transparencia en el reparto de los recursos públicos. La Dirección Xeral da Área de Economía e Facenda será la encargada de seguir la medida.

La sesión aprobó la modificación del PGOM para rehabilitar el 
Camiño do Cura 
en Los Rosales

La concejala popular Rosa Gallego se mostró más dura con una cuenta que, a su entender, tendría que haberse presentado antes del 1 de octubre. “La Marea ocultó la cuenta hasta después de las elecciones. Los socios prioritarios del PSOE dejaron en el cajón 10.000 empleos y 26,6 millones de euros en facturas irregulares y ya hemos leído que este año ya se han pagado 32 millones de esta misma forma”, destacó Gallego, que cifró en “histórico” el dato de los 26,6 millones gastados en facturas irregulares.

“Y estos son los socios prioritarios con los que el PSOE va a recuperar la ciudad Pagar con reparo no es lo normal, tiene responsabilidad contable e incluso puede tener penal”, añadió la popular.

Para el viceportavoz de Marea Atlántica, Iago Martínez, no hay peor manera de avanzar “que esquecer de onde vimos” y por eso hizo referencia en su turno de intervención al gasto social realizado en el anterior mandato “que converteu á Coruña na cidade de maior gasto social. Para nós é motivo de orgullo ter collido as rendas dun concello que gastaba menos de 90 euros por habitante e deixala con 114 euros por persoa; herdamos un concello enfermo e deixámolo saneado”, indicó.

Desde el BNG, Francisco Jorquera alegó que “a transparencia debe guiar a actuación do Concello”, pero también quiso hacer referencia a que la cuenta general del pasado año refleja equilibrio, algo que contrasta con la escasez de los recursos humanos. “É inaudito que non haxa un inventario, patrimonial e que tampouco haxa coñecemento real de todos os contratos suscritos e que haxa moitos sen contrato”, manifestó el nacionalista, al mismo tiempo que abogó por crear unas cuentas “con máis realismo” e incrementar el nivel de inversiones en el próximo ejercicio.

La edil de Ciudadanos, Mónica Martínez también criticó la aprobación de más de 1.000 facturas de forma irregular el pasado año, ya que “algo que tenía que ser excepcional se convirtió en una rutina”, por lo que reclamó poner fin a esta práctica, avanzar en la administración electrónica y realizar un inventario patrimonial del suelo.

Urbanismo

Todos los partidos dieron su apoyo ayer a la modificación del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) para rehabilitar el Camiño do Cura, en Los Rosales, una demanda de los vecinos desde hace décadas.

Además, en la sesión también salió adelante el cese de una parcela municipal a la fundación Adcor; la ampliación de la instalación de Carniceros da Coruña SA en el polígono de Agrela –con la abstención de la Marea– y la corrección de errores en la catalogación del edificio del número 27 del Cantón Pequeño para dar cumplimiento a una sentencia judicial –la Marea votó en contra al reclamar autorización a Patrimonio–.