Tranquilo y sonriente. Así llegaba Bill Cosby a un tribunal de Pensilvania donde hoy martes arrancaba la vista preliminar ante la jueza Elizabeth McHughse, que dictaminó la apertura de juicio contra el actor por abusos sexuales, concretamente por la demanda presentada por Andrea Constand en 2005 y reabierta en 2015. Los fiscales del condado de Montgomery (Filadelfia) presentaban pruebas que avalarían la acusación que la demandante realizó sobre el cómico, al que acuso de drogarla y abusar de ella en el año 2004 durante una visita a su casa.

El actor de 78 años llegaba con su séquito de abogados y asesores a la Corte y saludando a los curiosos y a las cámaras de televisión que pugnaban por la imagen de la estrella televisiva de los 90. Una imagen que se repetirá el próximo 20 de julio, fecha prevista para la lectura de los cargos. El productor televisivo se enfrenta a una pena de 10 años de prisión y una multa de 22.000 dólares. Cosby desembolsaba el pasado mes de diciembre un millón de dólares de fianza para evitar su entrada en prisión.

Cosby, que se enfrenta a tres cargos de asalto con agravante, negó las acusaciones de Constand y de 50 mujeres más que le señalan como abusador y violador. Sin embargo, el caso fue reabierto el año pasado después de hacerse pública la demanda y los interrogatorios a los que fue sometido el comediante, en los que confesaba haber drogado a mujeres con las que quería mantener encuentros sexuales. En su testimonio en cuanto a la denuncia presentada por Andrea, Cosby confirma un encuentro sexual con ella después de darle tres pastillas.