Aunque el partido de ayer entre el Liceo y el Lloret tuvo por momentos semejanzas con una película de suspense, finalmente supuso una nueva goleada de los coruñeses, que mantienen el fortín de Riazor y el pulso por el liderato con un Barcelona que superó al Igualada (2-0).
Ayer los hombres de Juan Copa se pusieron pronto por delante. Pero en una jugada extraña, ya que vino precedida por una caída de Eduard Lamas en el área. El jugador protestó con energía golpeando con su stick en el parquet, y en el desconcierto su hermano Josep aprovechó para inaugurar el marcador (1-0).
El Liceo se ponía por delante pero antes del descanso no consiguió más ventaja. El Lloret también tuvo sus opciones. Un gol de los gerundenses seguía siendo una amenaza seria. Y los parones en el juego (uno para atender al portero visitante, Serra, tras un golpe de Marc Coy y otro poco después, un tiempo muerto del Lloret) tampoco ayudaron a tener ritmo de juego.
En definitiva, el Liceo llegaba al descanso con ventaja pero con trabajo por delante para evitar cualquier sorpresa.
En la segunda mitad cambió todo. Dava Torres de fuerte disparo convertía el 2-0 en el 29. A partir de ese momento, y a pesar de que hubo un nuevo parón tras un encontronazo entre Serra y Miras, el Liceo ya se mostró más confiado y los goles fueron cayendo poco a poco. Ahora, a pensar en el partido en Francia ante el Quevert de este sábado.