La concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, descartó ayer la remunicipalización de la perrera local, como solicitaban las 43.000 firmas recogidas por parte de la asociación pro derechos de los animales Libera. Esta entidad, a la que apoya la Marea Atlántica, defiende la gestión pública de la perrera a partir de 2021, cuando caduca la actual concesión a una empresa. Sin embargo, la edil reconoció que las instalaciones actuales, situadas en Bens, resultan insuficientes para acoger a todos los canes, de manera que su Concejalía está elaborando un proyecto para mejorarlas: “Se va a ampliar, va a ser una nueva perrera con nuevos servicios”.
Fontán no quiso proporcionar detalles, porque están pendientes de una presentación, pero sí quiso exponer la “falta de sensibilidad y, sobre todo, de responsabilidad de los ciudadanos respecto del cuidado de sus mascotas”. Este es, según aseguró, el principal motivo que ha hecho que la perrera municipal de A Coruña se haya quedado pequeña, aunque la concejala también reconoció que no se trata de un problema exclusivo de esta ciudad.
“Merece una llamada de atención a los ciudadanos”, añadió la concejala. Como propietaria de un perro, Fontán es particularmente sensible en lo que se refiere a los derechos de los animales. “Me parece que son un miembro más de la familia, así que me parece muy irresponsable y muy poco edificante que no se cuide de ellos debidamente”, dijo.
Más de cien animales
Ya hace años que el sacrificio cero se ha instaurado como la política oficial del Ayuntamiento en lo que respecta a los perros callejeros, pero las campañas de adopción no consiguen dar salida a todos los animales. La perrera municipal suele albergar más de 90 perros y gatos. A esto hay que añadir cerca de una docena de animales que se alojan en perreras privadas, por falta de espacio, mientras que las adopciones rondan las 60 anuales.
Por otro lado, los laceros recuperan cada año más de 300 perros abandonados o fugitivos, que pueden ser identificados gracias al microchip y que son entregados a sus dueños.
Pero el mayor problema es el reducido número de adopciones, incluso en una ciudad como A Coruña, con más mascotas que niños. En el mandato anterior, la Marea Atlántica ya había lanzado varias campañas para animar al público a adoptar y había decidido ampliar las anteriores instalaciones, que se encuentran en Bens, y ofrecer a los animales un espacio donde pudieran hacer ejercicio, pero nunca se llegó a materializar la reforma y ahora Fontán pretende llevar a cabo un proyecto más ambicioso.