A pesar de que la anterior concejalía de Movilidad se comprometió a llegar a las pasadas navidades con un proyecto de reordenación del tráfico encima de la mesa al que se suponía le faltaban flecos, los vecinos de San Pedro de Visma siguen demandando una reordenación de dos de las calles del barrio, la del Río y la de Eira Vella, para mejorar la movilidad. Ayer, el concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, visitó la zona para conocer de primera mano esta y otras demandas y se comprometió a estudiarlas. 

“A ver si para el año se convierte en realidad porque sería una alternativa para los vecinos que ahora tenemos que subir por la capilla y, llegados a un punto, bajar hasta la Tercera Ronda para volver a subir al barrio; un trayecto de 50 metros igual lo haces en 20 minutos, no tiene sentido”, apunta el presidente de la asociación de vecinos Juan Ramón Calvete, que recorrió el barrio con el edil y un técnico de Urbanismo. 

Ensanchar la calle de Seavella –proyecto que ya está en estudio–, hacer aceras nuevas e incluso alguna rotonda o incrementar las plazas de aparcamiento en el barrio son otras de las peticiones de los residentes en el barrio que esperan que se vean cumplidas el próximo año. “Estaría bien que se habilitase el parque infantil que hay encima de la Tercera Ronda –rodeado por la calle de San Pedro de Visma– como parking porque las plazas escasean”, destaca Calvete, que apunta al incremento de vehículos en la zona tras la apertura de los campos de fútbol en el parque Adolfo Suárez. Así, la zona infantil podría trasladarse detrás de estos terrenos deportivos y tener un mejor resguardo.

Los vecinos expresaron también ayer su deseo al Ayuntamiento de que se tenga en cuenta una nueva vía de comunicación cuando se inicie la construcción del polígono, algo que “parece que va a ser dentro de poco”, indicó el presidente de la asociación de vecinos tras sus conversaciones con el área de Urbanismo. La creación de esta nueva carretera se cree fundamental para evitar la congestión de vehículos por el núcleo de Visma, donde actualmente viven unos 4.000 vecinos.

Adecentar la cala de O Portiño y hacer que un bus urbano llegue hasta la rotonda de esta zona o la prolongación del Paseo Marítimo en la zona de la EDAR de Bens completan las demandas. “Vimos buena receptividad por parte del Ayuntamiento y ahora solo queda dar un margen de confianza”, destacó Calvete. 

Labañou 
Uno de los barrios cercanos a Visma es el de Labañou, donde sus habitantes también tienen deseos de año nuevo que pasan por la devolución del hórreo de San Roque a su lugar original, retirado en 2009 a causa de unas obras. 

La reforma integral de las viviendas del grupo María Pita es otro de los asuntos que tienen pendientes, tal y como destacan desde la asociación de vecinos del barrio, que también proponen medidas para mejorar la calidad de vida de sus vecinos para hacerlo más “habitable”.

Así, impulsar el comercio local y aplicar medidas para pacificar el tráfico en la zona y hacer más seguras la calles son algunas de las opciones que los residentes ven factibles para hacer de Labañou un barrio óptimo. El regreso de la iluminación del obelisco Millenium y el inicio del proceso para eliminar los muros actuales de Ciudad Escolar también aparecen entre las demandas más urgentes que esperan tener respuesta el próximo año.

En el apartado de fiestas, esta zona lleva años reclamando ser partícipe de los festejos de la ciudad contando con un programa propio.

Bens 
También próximo a Visma está Bens, un barrio en el que sus vecinos se sienten abandonados ya que hace años que no ven inversión alguna. “A ver si con este gobierno tenemos más suerte”, asegura el presidente de la asociación, Antonio Conde. 

Urbanizar las calles de Comeanda y Mazaido con la conducción de pluviales, su pavimentación y ensanchamiento para un mejor tráfico de servicios de emergencia, así como habilitar zonas de aparcamiento en el interior del pueblo y contar con una plaza y un parque infantil resumen sus peticiones.