Pese a que desde Regeneración Urbana, el concejal Xiao Varela, aseguraba a principios de año que la cesión del Camiño do Cura al Ayuntamiento solo dependía de la respuesta afirmativa de la Iglesia al convenio que les remitieron, el Arzobispado de Santiago asegura que la intención es la de convertirlo en municipal, pero para eso en María Pita tendrán que garantizar un camino rodado de acceso a la iglesia Virgen de los Rosales, y que “dicho acceso aparezca reflejado en el planeamiento municipal” para suscribirlo al convenio de cesión.
Es así cómo el sendero por el que pasan a diario a oscuras niños y mayores seguirá en terreno de nadie, sin arreglar. Los vecinos llevan demandando su asfaltado desde hace años porque “podía ser una atajo para los chavales desde el campo fútbol de los Escolapios, pero la falta de luz lo hace intransitable por las noches”. Desde la asociación vecinal promovieron la petición hasta en change.org, donde recogieron decenas de firmas: “El camino no está urbanizado, queremos que haya luz y caminar de noche tranquilamente. Poder circular de manera segura”.
En la actualidad, se usa, pero tiene una parte donde las hierbas y el desnivel del terreno dificultan la marcha. Con este camino adecentado, el colectivo señala que les facilitarían la vida al personal de los centros de trabajo, de salud y del centro comercial. Porque por aquí transitan diariamente cientos de personas, reclaman una vez más su puesta en escena, “es un sitio de paso muy importante para el barrio pero, hasta la fecha, nadie ha hecho nada para que deje de ser peligroso”.
Más de un residente se ha caído y lesionado por la presencia de piedras, barro y charcos cuando llueve. En este estado, es imposible que circulen carritos de bebés o de la compra ni sillas: “Exigimos que el Ayuntamiento le dé el servicio que necesita Los Rosales”.