El Deportivo Abanca empezó el partido tarde, cuando la Real Sociedad ya lo había encarrilado. Un penalti fallado en la segunda parte fue la gota que colmó el vaso. 0 puntos de 6.
Cuando un 0-2 en contra es la mejor noticia para un equipo, existe un problema. O más de uno. El Depor no pudo jugar peor los primeros 45 minutos de la temporada en Abegondo. La puesta en escena fue irreconocible y no a nivel táctico porque Manu Sánchez no inventó nada: 1-4-4-2 en rombo y solo con las novedades en el once inicial de Noe Bermúdez (y no Sullastres) en la portería y de Kenni (y no Villegas) en el lateral izquierdo.
El Deportivo fue incapaz de sacar la pelota jugada desde atrás. Casi siempre es más fácil destruir que construir y, en este caso, la presión de la Real Sociedad fue mucho más efectiva que la salida de balón de las blanquiazules que, obcecadas, lo intentaban en corto una y otra vez. En varias fases de la primera mitad daba la sensación de que, sobre el terreno de juego, había más futbolistas visitantes que locales. Natalia Arroyo basculaba su equipo de forma exagerada en defensa, llegando a estar Nuria más cerca de la banda derecha que de la izquierda en alguna ocasión. La Real acumulaba muchas futbolistas cerca de la pelota e impedía que el Depor llevase la pelota de una banda a la otra. Incluso tapaba la línea de pase de las centrales con la portera, Noe Bermúdez, con el objetivo de asfixiar a las blanquiazules en la construcción del juego.
Uno de los grandes nombres propios del partido fue Nuria Rábano. La santiaguesa pisaba por primera vez Abegondo como rival del Deportivo y se marcó una primera parte de nivel muy alto que se pudo resumir en tres minutos. En el 11 colocó, desde el medio del campo, un balón a la espalda de las centrales con una precisión al alcance de muy pocas futbolistas. Su golpeo de empeine superando líneas con la fuerza justa es impresionante. De su bota izquierda nació un uno contra uno que no terminó en gol. En el 13 se lució en profundidad tras una pared, superó a Cris y puso un centro raso peligrosísimo entre portera y centrales que solo acertó a rematar una compañera en el segundo palo, terminando la acción en córner. En el 14 dio la asistencia del primer gol en ese mismo saque de esquina: balón templado al borde del área pequeña y cabezazo de Ana Tejada ante la pasividad de Gaby (si defendía con marcaje individual soltó a su par y si defendía en zona no atacó un balón que cayó a escasos centímetros de la venezolana).
Tras media hora de acoso de la Real, el Depor pudo tomarse un respiro coincidiendo con la entrada de Villegas por Kenni. Incluso estuvo cerca de empatar. Trallazo de Blanco desde 40 metros al larguero después de que la portera visitante rozase el cuero con sus guantes.
El 0-1 era un mal menor para el Deportivo después de una primera parte en la que fue muy inferior a su rival, pero el partido se puso más cuesta arriba a falta de cuatro minutos para el descanso. Un pase sensacional de Gemma a la espalda de Villegas habilitó a Bárbara, que dejó atrás a la lateral izquierda y definió (0-2) con clase ante Bermúdez.
Segunda parte
El partido fue otro en la segunda mitad. En los primeros diez minutos, el Deportivo jugó más tiempo en campo contrario que en el primer período. Sin ocasiones claras, pero con otras sensaciones bien diferentes. La Real no presionaba con la misma intensidad y el Depor entendió que jugar algún balón en largo podría desajustar a su rival al mismo tiempo que evitaba pérdidas en zonas peligrosas.
El Deportivo reclamó hasta tres penaltis en la segunda parte: el primero por una supuesta mano de Eizagirre, el segundo por una zancadilla de Tejada a Athenea y el tercero en una acción de Nuria con Lía. González Sánchez, de Castilla y León, solo pitó el más claro. Athenea se coló entró dos rivales cerca de la línea de fondo y se metió en el área y encaró a Tejada, que dejó la pierna obstaculizando a la delantera cántabra. La máxima goleadora histórica del Deportivo cogió el balón y tiró un mal penalti: a media altura y sin ajustarlo al palo. Mariasun Quiñones evitó el gol con intuición. El 1-2 hubiese cambiado el partido. Faltaba media hora para el final.
En el 68, Manu lo intentó con un cambio táctico. El Deportivo acabó jugando con 1-4-3-3, con Athenea y Michelle por fuera, con Peke en punta. Con Alba Merino en la posición de mediocentro defensivo y con Lía y Kika como interiores.
Barbará pudo sentenciar poco después pero Bermúdez desvió al palo con la rodilla. El Depor, que no se sintió sometido como en la primera mitad, no encontró la claridad suficiente como para hacer daño a una Real Sociedad con dos versiones y con buena pinta.