La lucha contra la especie invasora más famosa de Galicia, la avispa velutina, se libra municipio por municipio. Incluso uno tan urbanizado como es el de A Coruña, tiene que hacer frente a la aparición de cientos de avisperos que surgen en los lugares más insospechados. Cada uno de estos nidos alberga en su interior una avispa reina, que debe ser destruida para eliminar el riesgo. Desde que comenzó la temporada se han acabado con 1.290, un 130% más que el año pasado.
Este regicidio masivo ha sido posible en parte porque se instalaron más de 200 trampas por la ciudad, sobre todo en los puntos donde se había detectado una mayor actividad de la avispa asiática, y que se encuentran en la periferia: Elviña, O Castrillón, Eirís, A Zapateira, Bens, Mesoiro...
Para combatir esta plaga, se dispusieron 57 cebos más que el año pasado, el primer año en que se instalaron. Hay que tener en cuenta que el periodo de captura comenzó en primavera y se prolongó hasta mediados de junio, cuando la temperatura media se sitúa entre los doce y los quince grados, las reinas están muy activas y los avisperos están en construcción. En esta etapa, las reinas crean un nido provisional, a la espera de reunir a su alrededor suficientes individuos para construir avisperos de mayor tamaño.
El sistema es selectivo, dirigido únicamente a la captura de la avispas reinas para evitar que se reproduzcan y engendren miles de obreras, así como para evitar que afecten a otras especies de insectos, sobre todo las abejas, de las que son depredadoras y que tan necesarias son para la polinización.
Retirada de avisperos
Además de la labor preventiva que supone el despliegue de trampas, los Bomberos han asumido la retirada de nidos desde junio del año pasado. En todo ese tiempo, 339 avisperos han sido hallados, retirados y destruidos. Casi cien (94) de ellos lo fueron este año, que se ha caracterizado por las consecuencias de la sequía del otoño pasado, que debilitó a las reinas, y rebajó su número. Al respecto, la concejala con competencias en Seguridad Ciudadana, Rocío Fraga, alabó la labor desarrollada por los servicios de emergencia.
Las llamadas se suelen recibir a través del 112, y derivadas a la Xunta, porque la Administración autonómica centralizada la retirada de avisperos. Es esta la que transmite el aviso al municipio (no a todos, solo con los que mantiene un convenio) y en menos de 48 horas los bomberos lo retiran. Sin embargo, los expertos apuntan que librarse de la plaga es una tarea poco menos que imposible. La avispa asiática ha venido para quedarse, como otras tantas especies invasoras de las que rara vez se habla (como la hierba de la pampa, los cangrejos rojos americanos o la oruga procesionaria) y todas las medidas que se adoptan solo la mantiene a raya. l