Los comerciantes del barrio de Oza han echado la mirada atrás para recordar el momento de esplendor que vivió un elemento característico del parque de San Diego: su pajarera. Eso sí, lo hacen para comparar con su estado actual, que dista mucho de cómo lucía hasta el año 2015, cuando las aves que albergaba en cautividad fueron trasladadas al centro ornitológico siguiendo las políticas de bienestar animal del Ayuntamiento.
Ahora, convertida en una huerta para mujeres inmigrantes víctimas de violencia machista desde el año 2019, se encuentra en un estado “descuidado”, apunta, probablemente por la inactividad derivada de la pandemia. “Las aves eran un atractivo vivo y palpitante. Ahora solo queda un recuerdo encerrado entre cristales empañados y maleza que pugna por salir”, explican desde la Asociación de Comerciantes Distrito Oza. Esta pajarera, además, está marcada por los graffitis que adornan su cristalera.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Vecinos Oza-Gaiteira-Os Castros, Paulo Sexto, lejos de centrarse exclusivamente en la pajarera, insta al Gobierno local a actuar en los parques de San Diego y Europa, ya que, a su juicio, necesitan muchas mejoras.
“Estado lamentable”
“Los parques están en un estado lamentable, sobre todo en cuanto al mobiliario, que se estropea, lo quitan y no lo reponen”, sostiene. Así, denuncia sobre todo el estado del parque Europa, donde “hay muchas zonas con grandes necesidades”.
Estas son solo dos de las peticiones que realiza el presidente de los vecinos. La movilidad en el barrio sigue siendo la principal reivindicación, pero se le suma la limpieza y problemas con la basura. “Hay falta de limpieza y hay mucha gente incívica que deja muebles y colchones en muchas zonas del barrio en vez de llamar al 010 y que lo recojan de forma gratuita”, dice.
Otro aspecto importante para Sexto es el estado “pésimo” de una valla que limita un solar abandonado en la calle de Juan Montes, concretamente en el número 21. “El solar lo limpiaron, no sé si el Ayuntamiento o los dueños, pero la valla está muy mal y temo que cualquier día de temporal le pueda caer encima a alguien”, considera Sexto.
El presidente de la entidad vecinal lleva años pidiendo una mejora de la accesibilidad y movilidad en Os Castros. Uno de los principales ejes de sus reclamaciones, el ascensor que conectará la avenida de A Pasaxe con la calle de Ortigueira, será pronto una realidad.
Estas dos calles están separadas en la actualidad por un importante desnivel que supone un obstáculo a la hora de moverse para los vecinos de este barrio, sobre todo para los de avanzada edad. El ansiado elevador tendrá capacidad para doce personas y desembocará en una marquesina que dará servicio al transporte público urbano y metropolitano de la ciudad.
El acceso a este ascensor se llevará a cabo a través de una pasarela elevada o mediante una rampa de once metros de longitud situada en la calle de Villa de Padrón.