El área sanitaria de A Coruña y Cee registró ayer el mayor descenso de Galicia de pacientes con covid en sus UCI, según confirmó el Servicio Galego de Saúde (Sergas). En total, los ingresados en camas de críticos son 46, siete menos que el día anterior.
Los casos activos continúan con un buen ritmo de descenso, restando 222 del cómputo total, que se queda en 2.647. Los positivos confirmados en las últimas 24 horas fueron 63 (-24) y se notificaron 287 altas, con lo que el acumulado de curados se va hasta los 23.162 ciudadanos.
En cuanto a la presión hospitalaria, además de los 46 pacientes en UCI –41 en el Chuac, dos en el Quirón y tres en el Modelo– hay 171 ingresados en planta. Los infectados que sufren la enfermedad en sus domicilios suman 2.430 y las PCR realizadas el sábado fueron 1.622.
También son esperanzadores los datos de las residencias y los centros de atención a la discapacidad de la comarca, pues se anotan dos altas, un usuario de A Milagrosa y un trabajador de Santa Teresa Jornet.
Así, quedan cuatro usuarios y un empleado contagiados en A Milagrosa, cinco residentes y dos trabajadores del centro de atención a la discapacidad Pai Menni (Betanzos) y un miembro del personal del Centro de Atención a Personas con Discapacidad de A Coruña.
Fallecimientos
En la parte negativa cabe destacar los cinco fallecimientos registrados durante el fin de semana en el área coruñesa. Fueron una mujer de 89 años –el viernes–; un hombre de 68 años –el sábado–; y dos hombres y una mujer de 64, 85 y 87 años, respectivamente –ayer lunes–. Según el Sergas, todos presentaban patologías previas y estaban en el Chuac.
La mejora de la situación en los hospitales es lo que ha llevado a la Xunta a aliviar algunas de las restricciones en la ciudad y su área sanitaria, aunque la presión en UCI provoca que se mantenga un nivel medio de prohibiciones, igual que en Ferrol o Pontevedra.
Restricciones
La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, aseguró ayer que “las medidas funcionaron” para frenar la expansión del covid y celebró que “el número de contagios va disminuyendo”.
A pesar del aligeramiento de las restricciones, Rey recalcó que “las decisiones que se tomen con criterios clínicos serán respaldadas siempre por el Gobierno municipal”. “La ciudadanía actúa siempre con responsabilidad en el control de la pandemia”, dijo la regidora, que manifestó que “lo importante” es que “la incidencia acumulada va bajando”, aunque lo haga “lentamente”.
Por su parte, el alcalde de Culleredo, José Ramón Rioboo, señaló que “es fundamental dar pasos con seguridad para garantizar que la buena tendencia lograda en la disminución de contagios pueda persistir”.
El mandatario cullerdense mantiene su propuesta de permitir a los responsables de los establecimientos hosteleros elegir entre funcionar con un 30% en interior o 50% en terraza. “De esta forma se propiciaría cierta actividad al 100% de la hostelería”, comenta Rioboo.
Comienza la vacunación de mayores en los ambulatorios
La campaña de vacunación de la Xunta comenzó ayer para los mayores de 80 años y los usuarios de los centros de salud coruñeses hacían cola desde primera hora de la mañana.
Carmina Amado, enfermera en la Casa del Mar, reconoce que tras 40 años trabajando nunca se había sentido “tan útil como ahora vacunando a la población”, mientras que María Luisa Lago, que fue inmunizada ayer en ese mismo centro sanitario, dijo estar “encantada”: “Estaba deseando que me llamaran, en cuanto me llamaron me puse contenta no, lo siguiente. Estoy encantada”, dijo Lago.
“La gente viene nerviosa y encantada, esperaban por la vacuna como agua de mayo”, aseguraba ayer Carmina Amado, que añadió que la vacuna es “una oportunidad” de “contagiar, pero alegría”.