El fabuloso Bárcenas, ludibrio, escarnio, “mosca cojonera” y curioso escándalo del Partido Popular, ha hecho una última oferta dese su jaula de la prisión: una condena breve para él a cambio de no causar más problemas al Gobierno: El coitado se conformaría con cuatro años de cárcel. Al citado caco –el caco Bonifacio coruñés es parecido, pero de más baja estofa- se le acusa de organizar la caja B del partido, amasar una fortuna oscura y esconderla en Suiza. En la negociación soterrada a la que nos referimos han participado como mensajeros algunos políticos, familiares y hasta empresarios de prensa. La oferta la hizo Bárcenas a través de un sacerdote. El caco ha pedido la libertad en cinco ocasiones y Justicia siempre le ha dicho “no”. Recuerden que se enfrentó con la Cospedal y de ese encuentro salía muy mal parada la secretaria general ya que el caco dijo que había entregado un sobre con dinero negro a dicha señora.
Bárcenas hizo que su oferta haya llegado a las inmediaciones de Rajoy por medio de Gerardo Galeote y Javier Arenas y hasta por medio de Mauricio Casals, empresario de prensa y ex presidente de “La razón”. Recuerden ustedes que Rajoy enviaba al caco s.m.s. por el móvil de Jo9rge Moragas, jefe de gabinete y decía: “Luis, nada es fácil, pero hacemos lo que podemos”. Sin embargo, un amigo de Bárcenas dice ahora: “Luis ha conseguido que Rajoy se lo haya tomado como algo personal y va a dejar que se pudra el asunto sin hacer nada”.
Pero Bárcenas ha recurrido a nuevos correos humanos: sacerdotes con acceso privilegiado a los reclusos: Un sacerdote está sujeto al secreto de confesión. Bárcenas acude a la capilla del penal de Soto del Real a menudo y acude puntual a los oficios religiosos. Espiritualmente le apoya el padre Francisco Santos el que también visita a Rosalía Iglesias, esposa de Bárcenas.
Éste también quiso contactar con el padre Silverio Nieto Núñez, director jurídico de la Conferencia Episcopal, ex policía de la Brigada de Información en los finales del franquismo, ex magistrado y amigo personal del ministro del Interior, José Fernández, máximo responsable de la UDEF, la unidad de la policía que ha descubierto el botín oculto de Bárcenas. Don Silverio es también jefe de los servicios secretos del Vaticano en España, Todo esto, según el periódico digital “Confidencias”. Don Silverio, vocación tardía, se ordenó sacerdote en 1999, con 51 años. “El padre Nieto, dicen fuentes de un entorno, no es el confesor del ministro, como algunos afirman, sino un amigo personal desde la época en que era magistrado”.
Total, material para una buena novela de intriga.