el relato sobre la vocación profética de Isaías ha servido al papa Francisco como referencia para su mensaje en la Jornada mundial de las Misiones que hoy se celebra como tercer domingo de octubre que es. Este año lleva por lema “Aquí estoy, mándame”. Se trata de una “fiesta de la catolicidad y de la solidaridad universal” instituida en 1926 por el papa Pío XI y que desde 1943 se conoce mejor en España como Domund (DOmingo MUNDial).
Para situar debidamente el lema en su contexto histórico, los entendidos recuerdan que durante la guerra sirio-efrainita (siglo VIII a.c. cuando Asiria era el principal poder de la región), el profeta fue enviado por el Señor a su pueblo de Israel para explicarle el sentido de lo que estaba sucediendo y dar orientaciones sobre cómo actuar en tales circunstancias. ¿A quién enviaré? ¿Quién irá de nuestra parte?, se había preguntado el Señor. “Aquí estoy; mándame a mí”, respondió Isaías después de haber reconocido humildemente su indignidad.
Es, como digo, el emblema elegido para este día en que la “Iglesia en salida” lanza una especial invitación al pueblo cristiano a apoyar la causa misionera. Jornada de oración, reflexión y de ayuda material a través de las colectas en las celebraciones litúrgicas del día y de otras formas más allá de las habituales que estos tiempos de pandemia no han sido posibles. De hecho, una novedad de este año es la página web del Domund que permite realizar, entre otras varias cosas, el donativo directamente desde casa.
A través de Obras Misionales Pontificias (OMP), con lo recaudado en el DOMUND se sostiene, pues, la presencia de la Iglesia en los 1.115 territorios llamados de misión. Como es fácil de suponer, en estas zonas las carencias y necesidades son muchas. Así, se construyen iglesias y capillas, se compran vehículos para la actividad pastoral, se forman catequistas, se mantienen escuelas, hospitales, residencias de ancianos, orfanatos y comedores para personas necesitadas.
Allí la Iglesia atiende casi 27.000 instituciones de carácter social, que vienen a representar el 24 por ciento de las respaldadas por la Iglesia universal, y más de 119.000 instituciones educativas, que suponen el 54,86 por ciento del total de centros docentes de los que se ocupa ésta en todo el mundo.
España es, por lo demás, uno de los países que más misioneros aporta: cerca de once mil. De ellos, un 72 por ciento en destino y el resto aquí, colaborando con la animación misionera o en espera de otro lugar de presencia.
OMP España envió el año pasado a las misiones diez millones y medio de euros, recaudados en la Jornada mundial de 2018, así como a lo largo de todo el año a través de donativos periódicos, herencias y otras aportaciones. Con estas ayudas se costearon 439 proyectos en treinta y nueve países pertenecientes a cuatro continentes, en mayor medida en África.