El comercio y la ciudad

Desde que tenemos memoria el comercio siempre ha sido base de la construcción de civilizaciones, motor de pioneros y descubridores y justificación para guerras e invasiones. En clave ciudad el comercio es el sustrato de su fundación y sobre él crecieron a lo largo de los siglos. Cuando por algún motivo el comercio dejó de existir las ciudades siguieron la misma suerte. En A Coruña, como buen puerto de mar, el comercio no es una excepción. Somos una ciudad de servicios, en la que el comercio juega un papel central en los equilibrios del desarrollo armónico que todos deseamos. El puerto en las últimas décadas se centró en actividades industriales, poco salubres y peligrosas y el comercio en clave local que genera se circunscribe principalmente a la pesca. Aunque en los últimos años apareció un nuevo segmento con el turismo de cruceros que esperemos sepamos conservar. 
Conozco bien el comercio porque lo mamé empaquetando juguetes en navidades en Real 20, donde Picasso expuso por primera vez y ahora lo tengo en casa. El comercio local, junto con los mercados municipales, está atravesando una crisis muy dura, quizás la peor que recuerden. Cómo no hagamos algo nos vamos a arrepentir, todos, como ciudad, porque el comercio y los mercados articulan y vertebran en los barrios un entramado de socialización y bienestar imprescindible para avanzar en armonía. Si desaparece el pequeño comercio del barrio, su valor como hábitat urbano desciende y poco a poco se irá degradando. Los cambios tecnológicos, la globalización y la transformación de hábitos de consumo asociados están golpeando muy duro al pequeño comercio. Pero la falta de estrategia política está poniendo la puntilla. Me sorprende cómo bajamos los brazos ante los Amazon y Aliexpress de turno ¿Estas compañías donde tributan? ¿Cómo es que Apple, Facebook o Google casi no presentan beneficios en España? Está bien que compitan, pero por favor reaccionemos y regulemos a la velocidad necesaria. 
Desde lo municipal con el comercio andan perdidos, a lo superfluo mirando para los suyos, sin visión ni estrategia, ya no digamos gestión. Habría que financiar un potente programa de transformación digital del comercio local. Que incluya espacios web temáticos, compra y medios de pagos electrónicos, tecnologías en punto de venta, técnicas de fidelización en la compra local, apps del comercio,... Además desarrollada con empresas tecnológicas locales ¿Dónde fueron si no todos los millones de Smart City? Hay que crear con La Cámara una escuela de comercio, al igual que la de Hostelería. Hay que priorizar el comercio local en las iniciativas financiadas por el municipio. Los nuevos mercadillos y espacios de consumo deberían de basarse en el comercio local. En vez de tanta campaña de dillos ti, que se hagan sensibilizando sobre el comercio y mercados locales. Habría que fortalecer el asociacionismo del sector, de comercio y mercados, dotándoles de músculo suficiente para su autogestión. 
Y las inversiones, ay las inversiones… con la cantidad de millones de euros que se dejan de gastar cada año ¿Cómo es que los mercados no tienen aún las consignas refrigeradas, si los socialistas las pusimos en los presupuestos del 2016? ¿Es tan difícil hacer lo básico?
 

El comercio y la ciudad

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