Hasta hace unos pocos días pensaba que esta columna dedicada a la igualdad de género bien podía quedar aparcada durante el confinamiento. El coronavirus ocupa de manera plena la actualidad. Sin embargo, una de mis mejores amigas, que sufre la desgracia de tener a su pareja en una de las tantas UCI de España, me hizo el siguiente comentario al preguntarle por qué él, deportista, menor de 60 años y sin patologías previas estaba en esa situación: “es un virus puñetero y ataca a los hombres”.
Entonces me he zambullido en la red buscando las estadísticas del Covid19 por sexos. Los resultados son sorprendentes. No soy una experta en la materia ni pretendo aquí lanzar teorías, sólo destacar los que los propios médicos afirman: que de cada 9 personas que ingresan en la UCI, 8 son hombres.
El Ministerio de Sanidad cuenta con la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica para realizar los análisis cuantitativos: en el Informe n.º 19 para el Covid-19 lo resumen de esta manera: “A medida que aumenta la gravedad, se observa también un mayor porcentaje de hombres y de pacientes con enfermedad de base. La prevalencia de enfermedad de base es de 20% en los casos no hospitalizados, 59% en los casos hospitalizados y 82% en los casos ingresados en UCI o fallecidos. En definitiva, los hombres, los pacientes de mayor edad y con enfermedades de base y factores de riesgo están más representados a medida que aumenta la gravedad”.
Las estadísticas en materia de contagio son bastante similares entre hombres y mujeres pero la diferencia se acrecienta cuando la situación del enfermo es más grave. Es decir, el virus afecta más violentamente a los hombres y el número de fallecimientos es más alto en ellos. La pregunta es evidentemente: ¿por qué?, ¿qué hace que en el hombre el virus sea mucho mas agresivo y mortal que en las mujeres? Resulta llamativo que incluso en esta pandemia existan diferencias entre hombres y mujeres.
Pero el caso, de momento, es que los números son bien claros. Incluso comienzan a influir a la hora de la vuelta a la normalidad: la prensa italiana ya sugiere que a la hora de reincorporarse al trabajo sean los jóvenes y las mujeres los primeros en volver: Por mi parte prefiero pensar que debemos dejarle tiempo a la ciencia para investigar y encontrar las causas de esta diferencia que hace que las mujeres reaccionen mejor ante el virus. Tal vez ahí esté una de las claves para conseguir frenar su avance o encontrar el antídoto que necesitamos.