Que estamos viviendo una era tecnológica nadie lo pone en duda. Tampoco que la tecnología, de manera general, facilita nuestra vida diaria. Estamos más y mejor comunicados, tenemos acceso a más información y las apps se han convertido en un elemento más que nos permite hacer gestiones a través del móvil desde cualquier punto.
Pero resulta sorprendente en en algunos países las apps se usen por los gobiernos para controlar mejor a una parte de la población: las mujeres.
Ya sabemos que Arabia Saudí es uno de los Estados donde la Ley Islámica se aplica de manera estricta y sin miramientos contra las mujeres. Ellas son seres de segunda categoría que dependen de la buena voluntad de los hombres para realizar un largo listado de actividades.
Para viajar las saudíes necesitan que un hombre de la familia les permita solicitar un pasaporte. Para estudiar en una Universidad ellas precisan el consentimiento masculino, también para abrir una cuenta corriente en un banco, incluso para asistir a un evento deportivo o cultural.
Es lo que se denomina la tutela masculina y puede ser ejercida por cualquier hombre del entorno familiar: marido, padre, hermano, cuñado, incluso un hijo puede tener la tutela de su propia madre y ser quién le autorice para todas estas gestiones.
Hasta ahora este permiso consistía en un formulario que el hombre firmaba y que la mujer tutelada debía enseñar, pero los tiempos cambian ...
A la última en materia tecnológica (es lo que tiene el poder del oro negro) las autoridades saudíes han decidido crear una app que permite con un sólo clic otorgar o denegar un permiso a la esposa, hija, sobrina, madre o cuñada. Como todas las apps el sistema es muy simple. Usted entra en Google Play o en APP Store y se descarga la aplicación de forma gratuita –la descarga se puede realizar en árabe o en inglés– luego se da usted de alta introduciendo todos sus datos y los de las “dependientes” o tuteladas que tiene a su cargo.
La app le ofrece al usuario diversas posibilidades para autorizar o no permisos, para mantenerlos o retirarlos de forma inmediata y estar al tanto del uso que hace la mujer tutelada tanto dentro de Arabia Saudí como fuera. Esta última opción es muy utilizada para los casos de jóvenes que estudian fuera del país.
Es muy llamativo pensar que el progreso tecnológico es imparable y llega a los rincones más remotos, incluso a los lugares y las mentes de los más retrógrados y atrasados. Pero es aún más sorprendente que empresas como Google y Apple, que identificamos como las líderes del progreso humano, se presten a distribuir tecnología cuyo único objetivo es mejorar tecnológicamente el sometimiento ancestral de las mujeres musulmanas.