A Coruña no fue ajena a una crisis sistémica que desbordó sobre el conjunto de la actividad económica provocando graves costes sociales. Nos enfrentamos como ciudad al reto de mantener el necesario  dinamismo socioeconómico, en un entorno de globalización dominado por principios neoliberales, que para nada se apiadan de los tibios. En Coruña lo sabemos bien, los zarandeos fueron demoledores. Contemplamos atónitos como “nuestro” sector financiero se esfumaba sin avisar e inmobiliarias “líderes incuestionables” se vendían de la noche a la mañana por cifras astronómicas, eso sí, arruinando en semanas al “pobre” comprador. El último golpe que padecimos, la liquidación hace meses de la textil que parecía llamada a acompañar al gigante.  
Es ahora cuando las ciudades necesitan aportar soluciones inteligentes, inclusivas y comprometidas, con un objetivo de desarrollo integral, no limitado al plano económico. Hay dimensiones identificadas gracias a la planificación estratégica en clave ciudad, que pueden ayudar a lograr la necesaria diferenciación que suponga el avance sostenible que todos deseamos. Adquieren especial relevancia la puesta en práctica de estrategias que elevan la categoría de la ciudad en planos intangibles, no vinculados directamente con el desarrollo económico, como por ejemplo el fomento de la identidad cultural o la atracción y retención del talento. Ciudades que apuestan por la cultura, vía potenciación de la música o la divulgación científica; Ciudades que planifican coordinadamente con su universidad estrategias de innovación, conscientes de la importancia que tienen para fomentar el progreso tecnológico; Ciudades que facilitan a sus jóvenes herramientas de incorporación al mundo laboral o fomentan la excelencia formativa a través de potentes programas de becas; Ciudades que ayudan con fuerza a su tejido asociativo, el tercer sector social, educativo, deportivo y vecinal; Ciudades que son conscientes de su potencial turístico, paisajístico y gastronómico, y miman todo lo que tenga que ver con el sector, son las ciudades que están destacando en el plano internacional, alumbrando crecimientos por encima de la media, sorprendiendo porque se salen de lo establecido.
En A Coruña tenemos al alcance todo esto, fruto del trabajo de años. Ayer mismo López Cobos nos recordaba a viva voz, desde el escenario del Palacio de la Opera, lo que esta ciudad es capaz de lograr si se lo propone. 
Estos días los Museos Científicos se zarandean porque los actuales gestores públicos no son capaces ni de mantener el servicio de atención al cliente. Si no son capaces de esto ¿Cómo van a ser capaces de liderar nada? Pero no hay mal que por bien no venga y esta crisis ha deparado la oportunidad de reparar su caída en el olvido, fruto en buena medida de cómo se estaban liderando. Acaba de dimitir el director que nombró el anterior gobierno. Busquemos como ciudad la mejor persona para el puesto, prioricemos la excelencia para dirigir unas infraestructuras complejas que, bien llevadas, pueden catapultar la ciudad más allá de lo imaginado. Creamos en nosotros mismos y en el potencial que la ciudad tiene y consigamos que la nueva dirección de los Museos Científicos Coruñeses empiece a proyectar lo que la ciudad espera de ellos: innovación, investigación, experimentación, imaginación, ciencia, modernidad, excelencia y talento.
*José Manuel García es 
portavoz municipal del PSOE