No perdamos el Patrimonio

Se nos va 2019, el año del décimo aniversario de la declaración de la Torre de Hércules como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Es, pues, un buen momento para hacer balance de lo que se hizo bien, no solo durante este año de aniversario a cargo del Consorcio de Turismo y Congresos y de la Concejalía de Cultura, sino de lo que está pendiente tras esta primera década de pertenencia al privilegiado elenco de ciudades que formamos parte del listado de Patrimonio de la Humanidad.

Todos estamos de acuerdo en que la Torre de Hércules es el emblema de nuestra ciudad, el faro que nos guía, en que es uno de los mayores reclamos turísticos de A Coruña, más aún desde que es Patrimonio de la Humanidad. Miles de ciudades en todo el mundo compiten por conseguir tan preciada denominación porque son conscientes de que la proyección internacional de las mismas aumenta notablemente.  

Sabemos por datos de hace tan solo unos días, que A Coruña se situó como líder en la subida del crecimiento turístico de la zona norte de nuestro país. Pero, deberíamos de saber, después de estos diez años, cómo se traduce en cifras el impacto de la declaración, ya sea en  financiación, desarrollo de la ciudad y atracción de nuevos turistas para así poder enfocar mejor las acciones a mejorar.

Es necesario también, después de diez años, revisar el cumplimiento de todos los parámetros de la UNESCO en su conservación y gestión. Parámetros  y requisitos recogidos en el Plan Director del monumento elaborado por la profesora Ana Goy en 2010 y ampliado en 2012 con propuestas de actuación. Pendientes siguen,  entre otras cosas, un plan de actuaciones para proteger el bien, un órgano que lo gestione y la creación de un centro de interpretación con un museo con el material de las  excavaciones,  contextualizado con el ámbito  marino, por lo que también sería un museo de faros tal y como se recoge en ese plan.

Creo que el lugar idóneo sería la antigua cárcel, como así propone el Gobierno, pero todo apunta a que los complicados pasos a dar antes de poder hacer uso de este edificio no van a permitir que esto sea una realidad a corto plazo y tengamos que seguir con el centro de interpretación para visitantes, instalado en su día en el aparcamiento de manera provisional.

La infraestructura turística y las instalaciones para los visitantes relacionadas con los bienes Patrimonio de la Humanidad deben ser  cuidadosamente planificados, diseñados y actualizados  periódicamente según sea necesario para maximizar la calidad de la apreciación y las experiencias de los visitantes, al tiempo que se minimizan los impactos negativos sobre los valores patrimoniales y el contexto ambiental y cultural.

Diez años después de que la Torre se  convirtiese en patrimonio cultural, la caseta del aparcamiento sigue siendo el lugar donde se albergan las exposiciones y donde se venden las entradas a los visitantes, que en muchos casos, por no estar bien señalizado, tienen que bajar a comprarlas una vez que ya llegaron al pie de la Torre.

Con el Xacobeo a las puertas, serán muchos los turistas que se acerquen a ver un monumento Patrimonio de la Humanidad. Es, pues, tiempo de modernizarse.

No perdamos el Patrimonio

Te puede interesar