e perdido ya la cuenta de las veces que he escrito en este rincón de opinión sobre cómo la mujer ha sido siempre la gran ausente de los premios, medallas, condecoraciones y, en general, de todos los reconocimientos.
Han brillado por su ausencia.
Desde el Nobel, en todas sus categorías, al Cervantes, pasando por los Oscars a la dirección en Holywood o en Cannes.
Los grandes trofeos siempre han sido masculinos. Es cierto que algunas pinceladas femeninas sa dan aquí y allá para no levantar escozores, pero la regla sigue siendo que sean los señores los que rocen el cielo y ellas se queden perdidas entre las nubes.
Es por tanto comprensible que se haya generado tanto revuelo y expectación al conocerse la noticia de que la Xunta de Galicia ha decidido conceder las Medallas Castelao, uno de las máximas distinciones de la Comunidad Autónoma, a cinco mujeres de forma exclusiva. Es la primera vez en sus 35 años de existencia que sólo se entrega a mujeres. Lo contrario se ha producido en muchas ocasiones, pero claro eso era lo habitual.
Las cifras están ahí: de las 241 personalidades e instituciones que han recibido la Medalla Castelao, sólo 47 han sido mujeres.
Este reconocimiento nació en 1984 pero hubo que esperar a 1987 para ver a la primera mujer. A partir de ese momento ellas representaban una mínima expresión entre una aplastante mayoría masculina. Estamos hablando de la última década del siglo XX, no del medioevo…
Es comprensible, pues, que esta decisión de hacer una propuesta totalmente femenina no deje de sorprender gratamente.
Es un gesto, sí, pero con trascendencia. Un gesto que debe servir de ejemplo a muchos galardones que aún se resisten a abrir sus puertas de par en par a las mujeres. Es también un mensaje claro y contundente de compromiso con la igualdad de oportunidades. Estas medallas son un punto de inflexión. A partir de aquí las medallas serán -seguro- si no paritarias, al menos equilibradas.
No se trata de imponer cuotas. ¿Acaso es aún necesario imponer cuotas femeninas cuando el talento, la profesionalidad, el mérito están llamando a la puerta cada día?
Imagino que la elección de esas cuatro mujeres: Teresa Portela, Marisa Crespo, Jeanne Picard y Benedicta Sánchez, y una entidad femenina, As Redeiras, no fue fácil y estoy segura de que había otras muchas candidatas. Hoy por hoy no hace falta una lupa para localizar a mujeres talentosas, lo que hace falta es la voluntad de querer darles paso.
Como cada año el 28 de junio se entregarán las Medallas Castelao, será un gran día, uno de esos que quedan marcados en los calendarios y que hacen que las inercias de siempre comiencen a disiparse.