La Subdelegación del Gobierno confirmó ayer que están permitidas las manifestaciones por el 8-M, después de que en Madrid se prohibieran por motivos de salud. La Subdelegación recordó que no tiene capacidad de prohibir ninguna manifestación (que es un derecho fundamental) siempre que cuente con la autorización preceptiva de la autoridad sanitaria, en este caso la Consellería de Sanidade. Además, no habrá una marcha multitudinaria, como es habitual: son todas muy pequeñas, de hecho la mayor es una concentración de 50 personas en María Pita.
Por otro lado, desde la Subdelegación recordaron que solo este mes hay convocadas 109 manifestaciones de la provincia y que 74 son por motivos diversos, que no tienen anda que ver con las reivindicaciones feministas. El Día de la Mujer se podrá celebrar en A Coruña, según certificó ayer la Subdelegación del Gobierno.
El llamamiento a evitar aglomeraciones que el miércoles realizó la alcaldesa, Inés Rey, no ha encontrado eco en los partidos de izquierdas de la oposición, que consideran que se puede celebrar el Día de la Mujer y al mismo tiempo, “respetar las normas sanitarias” debido a la pandemia. Tanto el BNG como la Marea han publicado comunicados al respecto. La concejala nacionalista Avia Veira acusó a la alcaldesa de “criminalizar el movimiento feminista”.
Sobre la celebración de este año planea el fantasma del anterior 8-M. En ese momento, las autoridades sanitarias no prohibieron ni ese ni ninguno de los actos políticos multitudinarios que se celebraron, a pesar de que ya se conocía la epidemia, y días después se detectó un fuerte incremento en la curva de infectados. Algunos grupos de la oposición criticaron al Gobierno por ese motivo, acusándolo de poner el evento feminista por delante de la salud pública.
Actividad pública
A pesar de que solo ahora A Coruña está superando los efectos de la ola provocada por la Navidad, tanto el BNG como la Marea consideran que se puede acudir a la movilización siempre que se respete “todas las medidas sanitarias” para evitar contagios de coronavirus. “No deja de llamar la atención que, mientras se autorizan concentraciones de todo tipo, incluyendo las que ensalzan el fascismo, y se mantiene la mayoría de la actividad pública, haya quien pretenda poner problemas a las reivindicaciones feministas”, recalca la Marea.
“Además las mujeres, sobre todo las más precarizadas, sufrimos especialmente los efectos de la pandemia, porque los cuidados caen sobre nuestra espalda”, reivindicó la agrupación.