El RC Deportivo se ejercitó ayer por la mañana en Abegondo con varias bajas importantes, sobre todo en la parcela defensiva. Borja Granero estuvo al margen —realizó tan solo el calentamiento con el grupo—, al igual que Eneko Bóveda.
Los zagueros fabrilistas Juan Rodríguez y David Suárez entrenaron con el primer equipo, ocupando esas vacantes en la retaguardia.
El polivalente jugador de ataque José Alonso Lara (máximo goleador del equipo con dos dianas), por su parte, trabajó en el tramo final del entrenamiento en solitario, con el recuperador Fran Molano.
Derik es baja hasta fin de curso por la rotura de tendón de Aquiles, mientras que Borges tampoco saltó al césped debido a unas molestias musculares que ya lo apartaron del Depor-Pontevedra el pasado fin de semana.
A cuatro días de rendir visita al Celta B, el equipo prestó atención a la táctica fundamentalmente, ensayando a conciencia lances del juego como la salida del esférico controlada desde la zaga o la presión defensiva.
A lo largo de la presente semana de trabajo —restan tres entrenamientos antes del próximo compromiso liguero el domingo en Barreiro ante el Celta B a las 11.30 horas—, el cuerpo técnico de Rubén de la Barrera aguarda poder recuperar efectivos.
Numerosas tareas
Nadie puede poner en tela de juicio la entrega del plantel herculino en su día a día.
En la matinal de ayer los herculinos comenzaron a desentumecer sus músculos con un calentamiento consistente en un circuito físico con balón —antes había llevado a cabo unas tareas preventivas en las mismas instalaciones de Abegondo, bajo la supervisión de Fran Molano—.
Posteriormente, la táctica fue la protagonista total, con varios partidillos en los que el míster no quiso ofrecer pistas acerca del once que tiene en mente para Vigo.
El fútbol en espacios reducidos puso el punto final a un día de actividad de más de una hora y media de duración.