A estas alturas que el CIS haga público un nuevo estudio y que el PSOE siga siendo el campeón pues ya no extraña a nadie. Más extraños son otros análisis que se pueden realizar del informe demoscópico, como, por ejemplo, que los de Santiago Abascal sean los que más suben, catapultados a un 15% de intención de voto, que los sitúa a menos de tres décimas de un PP que no parece levantar cabeza. Que Vox llegue al 15% tampoco es para tanto, ya que en las últimas generales se fueron hasta el 15,2%, pero es evidente de que se trata de agitar el fantasma de la ultraderecha. Y esto queda más claro al ver el descalabro que se anuncia de Podemos, que pierde más de punto y medio y que deja la opción del PSOE como la mejor para aglutinar el voto útil de la izquierda frente a la intransigente derecha. Ahora solo falta que todos estos mensajes lleguen y, sobre todo, saber quién se hará con los votos huérfanos de Ciudadanos.