Una de las muchas cosas que la pandemia ha obligado a aplazar es la inspección de edificios altos que Bomberos pensaba realizar durante el año pasado. Ahora, los voluntarios del parque de A Grela van a retomar esta iniciativa, que pretende tomar nota de las características más importantes de los edificios de cara a una emergencia. Esperan poder concluir la inspección de casi cien de los inmuebles con más plantas de la ciudad antes de que concluya el año, siempre que la situación sanitaria no empeore.
Los incendios en los edificios altos son de los más complicados que pueden afrontar los bomberos. Primero, porque a esas alturas se produce una ventilación natural que puede hacer que el fuego se propague con más velocidad. Además, los tiempos de respuesta varían porque los hombres tienen que subir todos esos pisos sin poder hacer uso del ascensor, lo que está prohibido en caso de incendio. Por supuesto, hay que lograr llegar arriba con el material suficiente, incluidos cientos de metros de manguera. Solo en sus entrenamientos para las competiciones internacionales de su sector, los bomberos coruñeses cargando con 25 kilos de equipo.
Condiciones
Así que es importante, cuando estalla la emergencia, que los bomberos sepan exactamente las condiciones que van a afrontar. Si el edificio cuenta con sistemas de detección y/o extinción de incendios, si tienen cerca hidrantes, si los camiones tienen acceso por fachadas, si las escaleras son compartimentadas o no, y cómo realizar el tendido de mangueras.
“Hay que saber si el tendido puede ser vertical por el hueco de la escalera, o no, porque eso influye mucho en que caudal y que cuando manguera necesita”, explica Sánchez. También hay que comprobar si el edificio está dotado de la “columna seca”, una tubería interna que se puede conectar con el camión para bombear el agua. “Los edificios antiguos no disponen de ella. Los nuevos sí, pero el mantenimiento no es muy fiable”, añade.
Más de los que parece
Anunciaron su iniciativa en la prensa con la esperanza de que se pusieran en contacto con ellos los presidentes de las comunidades interesadas pero no hubo suerte, así que fueron ellos los que acudieron a los edificios para ofrecer sus servicios. Pronto se dieron cuenta de que en A Coruña hay muchos más edificios altos de lo que parecía: 84 de catorce plantas o más, una cifra que sube hasta los 150 si se añade los de doce o más.
“A mí me sorprendió cuando escuché el dato”, confiesa Sánchez. Pudieron hacer once inspecciones (cada una dura entre dos y cuatro horas) antes de que la pandemia les obligara a dejarlo y esperan retomarlas después del verano. En una tercera fase se llegará a los bloques de nueve plantas. Las comunidades interesadas en la inspección pueden llamar al 981 18 43 80.