Lo de los bulos se nos está yendo de las manos. Es posible que algunos tengan cierta gracia, pero el que provocó que unas cuatro mil personas se presentaran en el punto de vacunación de Sevilla después de que alguien soltara en las redes sociales que quienes se acercaran al punto de vacunación recibirían su dosis, estuvieran citados o no, no tiene ninguna gracia. Además de jugar con el miedo y la esperanza de un buen número de personas, al provocar una aglomeración y ser personas mayores de 80 años. De hecho, se puede tratar de un delito que ya está siendo investigado por las Fuerzas de Seguridad del Estado.