Esta semana comenzará la primera campaña contra la doble fila que la Policía Local pone en marcha desde el inicio de la pandemia. Eso significa que, además de la vigilancia electrónica, se volverán a realizar patrullas continuas en la zona centro, y otros puntos considerados como problemáticos, una práctica que se había ido abandonando desde el comienzo del estado de alarma, cuando la reducción de la movilidad lo había convertido en innecesario. Si embargo, las quejas que ha recibido el Ayuntamiento indican que el endémico problema del mal aparcamiento ha vuelto a resurgir.
La plaza de Lugo, por ejemplo, es una zona muy crítica, pero prácticamente cualquier vía con más de un carril y que no cuente con Vía Prioritaria Vigilada (VPV) sufre en menor o mayor medida el problema de la doble fila, que provoca congestiones de tráfico y estorba la fluidez del transporte público. Calles como la de Capitán Juan Varela, en Os Mallos, son un ejemplo de ello.
A finales de 2019, el Ayuntamiento había lanzado una campaña contra la doble fila, aunque desde María Pita lo consideraban más bien una nueva política, la de “tolerancia cero” contra el mal aparcamiento, poniendo en marcha en noviembre las cámaras de las Vías Prioritarias Vigiladas que llevaban años instaladas pero que nunca habían llegado a activarse, después de una serie de ajustes informáticos. Sin embargo, la pandemia también trastocó estos planes: del 14 de marzo al 14 de junio, en lo peor de la pandemia, el Ayuntamiento decidió desactivar las cámaras, igual que decidió dejar de cobrar la ORA durante la cuarentena.
Sanciones en 2020
Eso no quiere decir que la Policía Local haya permanecido inactiva a pesar del parón que supuso la cuarentena. A nivel global las cifras arrojan un resultado prácticamente igual que el año pasado. Fuentes municipales señalan que, durante 2020, apenas descendieron las multas tramitadas a través de las cámaras de vigilancia. “Se mantienen cien arriba, cien abajo. Es una variación muy pequeña”. Es decir, que se tramitaron telemáticamente unas 40.000.
La razón de que la cuarentena no haya provocado un descenso en las cifras totales son precisamente las cámaras de Vía Prioritaria Vigiladas (VPV) que vigilan algunas calles importantes, como Juan Flórez, se activaron en noviembre, como ya se ha dicho. Es decir, que solo estuvieron activas tres meses en 2019, mientras que siguieron funcionando durante la mayor parte del año pasado.
En batería
Pero la sanción no es la única arma que emplea el Ayuntamiento contra la doble fila. En el último año, la Concejalía de Movilidad ha sustituido varios aparcamientos en línea por otros en batería.
Un ejemplo de ello es la plaza de Pontevedra, aunque también se llevó a cabo en calles de Agra do Orzán. De esta manera, se consiguen dos objetivos: se ganan unas plazas de estacionamiento y, sobre todo, se estrecha la calzada, de manera que no se puede aparcar en doble fila sin detener el tráfico.
El carril 30 que recorre algunas calles de la ciudad (la última, la ronda de Outeiro) también se considera útil. Pero quizá no tanto como las sanciones.