El personal del castillo de Drácula confía en que este mes los visitantes salgan de allí con más marcas en los brazos que en el cuello. Ante la caída del turismo y la reticencia de los rumanos a vacunarse se les ha ocurrido la idea del dos por uno: todo aquel que se acerque a la morada del vampiro más famoso de todos los tiempos recibirá de regalo una dosis de Pfizer. Sin cita previa ni contrapartidas, solo hay que presentarse en fin de semana y dejarse hacer. Y si la iniciativa triunfa pueden empezar a hablar de Vlad el vacunador. Tiene menos tirón, pero hace mayor bien a la sociedad.