Hace una semana, la relación del Deportivo y el entrenador coruñés Rubén de la Barrera pasó, en cuestión de horas, del todo a la nada. El flirteo del técnico coruñés con la UD Las Palmas, un equipo del fútbol profesional, dio al traste con las negociaciones y un proyecto que estaba en ciernes.
El Deportivo había diseñado para el entrenador un contrato de tres temporadas. Dos para abrir boca y una tercera en función de objetivos. Parecía que, por fin, se había encontrado el perfil para tener estabilidad en un banquillo que ha tenido catorce entrenadores desde que finalizó la etapa de Miguel Ángel Lotina con el primer descenso a Segunda División de los tres que sufrió el cuadro blanquiazul la década pasada. Pero todo quedó en nada. Ese proyecto a medio plazo con dos años y uno opcional para Rubén de la Barrera en el banquillo del equipo de su ciudad y de su corazón quedó en papel mojado.
Según el Deportivo, el entrenador negoció con Las Palmas, hasta el punto de presentar una contraoferta; según el entorno del técnico, ni siquiera llegó a haber propuesta de los insulares, solo una toma de contacto, la visita de Luis Helguera, director deportivo del equipo amarillo, a A Coruña para reunirse con De la Barrera.
Son amigos
Con independencia de cuál de las dos versiones sea la real, lo cierto es que el Deportivo y Rubén de la Barrera acabaron separando sus caminos de manera definitiva, al menos en esta oportunidad. El Deportivo entiende que hubo falta de implicación, de compromiso por parte del técnico; el entrenador no acaba de entender el motivo que ha llevado al club a dar marcha atrás al proyecto con él al frente de la plantilla.
De tres a cero
No solo se pasó de 2+1 a 0 en el caso de Rubén de la Barrera, sino que también se puede acabar produciendo en el de los componentes más importantes del área deportiva del club.
Dos de ellos ya no pertenecen a la entidad deportivista: el propio entrenador coruñés y el ya exsecretario técnico blanquiazul Alfonso Serrano, que estuvo diez meses en la entidad herculina. Y lo más probable es que también esté al caer la salida del director deportivo, Richard Barral, a tenor de los últimos acontecimientos, ya que el que ha llevado el casting de entrenadores ha sido el nuevo secretario técnico deportivista, Carlos Rosende y Barral no ha estado en las entrevistas con los candidatos al banquillo local de Riazor. De ahí puede extraerse que el que ha sido responsable del área deportiva desde la llegada de Fernando Vidal a la presidencia en diciembre de 2019 hasta ahora acabará saliendo de la entidad blanquiazul.
3 salidas
Ya han salido técnico y secretario técnico; el siguiente será, salvo sorpresa, Richard Barral, que no ha participado en las entrevistas a los candidatos al banquillo
Serrano, De la Barrera y Barral tenían contrato hasta el 30 de junio. Los dos primeros ya son pasado en el Deportivo y el director deportivo, por ahora, continúa, pero todo apunta a su desvinculación del club. Al igual que De la Barrera, sería el adiós al equipo de su ciudad y de su corazón. Richard, como Rubén, es deportivista de pura cepa, con independencia de los aciertos y errores que ambos hayan tenido.
En el caso de Alfonso Serrano, cuando el Deportivo le ofreció la continuidad ya había conseguido un contrato para un proyecto a medio plazo con el Albacete, que la próxima temporada militará en la misma categoría del Deportivo, la Primera Federación, tras el descenso que ha sufrido en el curso actual y que se confirmó esta misma semana con el empate que cedió ante el Lugo en el Carlos Belmonte. Los lucense son otros de los que están en peligro de caer del fútbol profesional y, en ese caso, se reencontrarán con el Deportivo en el mismo grupo de la nueva categoría de bronce, ya que se organizará por proximidad geográfica.
A medio plazo
El Deportivo había dibujado, pues, un proyecto a tres años vista con buena sintonía entre técnico, dirección deportiva y secretaría técnica; algo que no ha sido lo habitual; ahora lo está reformulando.