La agrupación de mariscadores de a pie se ha estado manifestando las últimas semanas para reclamar nuevos convenios de regeneración que les permitan completar sus ingresos a cambio de limpiar los bancos de la ría, pero no siempre la contrapartida de esta ayuda ha sido igual. En un principio, cuando O Burgo se cerró al marisqueo en 2007, además de los trabajos de limpieza y de vigilancia, se exigía a las mariscadoras –la mayoría del colectivo de a pie lo integran mujeres– que participasen en una serie de cursos de formación que decidía la antigua Consellería de Pesca. Lo llamativo del caso es que ahora estas clases no tienen ninguna aplicación práctica, bien porque no están relacionadas con el sector o porque simplemente ahora no se está faenando.
Las profesionales saben cómo recolectar algas, pero para hacerlo necesitarían un cursillo de buceo
Entre los más llamativos está el curso de recolector de algas de interés comercial. Estas clases no solo se impartieron en 2007 al colectivo, sino que se repitieron en 2008 a pesar de que las trabajadoras no se podrían dedicar a este negocio, puesto que, según informan desde la actual directiva del colectivo, es necesario otra formación de buceo para recogerlas. \“A pé non saen tantas como buceo, non é rentable\”, explica el presidente de la asociación, Manuel Baldomir. Además, para dedicarse a este negocio tendrían que abandonar la ría y trasladarse a otras zonas como O Portiño y su entorno, lo cual sería incompatible con su oficio porque en ambos casos coinciden las buenas mareas.
Aunque Baldomir se muestra encantado con estas clases, admite que el mercado de algas está ahora mismo copado por la firma Portomuiños. En cambio, se muestra un poco más crítico con cursos como el que trataba de enseñar al colectivo posibles mejoras organizativas en el marisqueo. Según el portavoz, la gente que se ha dedicado toda la vida a este oficio, sabe cómo se trabaja y qué medidas debe tomar. Estas clases están muy relacionadas con el programa de mejoras en la comercialización de productos pesqueros. Este fue el primero de los cursos que recibieron los profesionales y en él se daban consejos para mejorar la venta explicando cómo realizar la subasta, a unificar los puntos de ventas, a tener varios compradores... Pero, pese a ello, el proceso hoy en día sigue siendo igual y son las mismas tres empresas depuradoras las que acuden a las pujas.
Negativo > Pero si un curso sentó mal en el pósito fue el de habilidades sociales básicas. \“Chamou a atención a todos e a moitos compañeiros sentoulles mal\”, señala Baldomir, que añade: \“Pero a consellería o puxo e había que facelo\”. Y es que todos los trabajadores que estaban inscritos en los convenios estaban obligados a participar en esta formación, que se repartían en tres tandas, para que los grupos no fueran muy grandes.
Otras clases fueron las de seguridad e higiene en el trabajo de marisqueo. Puede que sean las que mayor aplicación práctica hayan tenido, puesto que enseñaban a los profesionales cómo prevenir daños propios de su oficio. La directiva explica que actualmente el sector no tienen reconocida ninguna enfermedad laboral, pero sí son habituales males como el reuma, la artrosis o los dolores de espalda.
En la formación ajena al sector, también se enseñó a las mariscadoras unas nociones básicas de informática y de iniciación al correo electrónico, además del curso de manipulador de alimentos. Este último el portavoz de la agrupación lo tilda de \“importante\” porque les permitiría acceder a otros puestos laborales en los que se pide este carné. Por el momento, parece que ningún profesional ha cambiado de empleo aunque ahora mismo no están faenando en O Burgo.
En general, la valoración que hace Manuel Baldomir de los cursos es muy positiva porque les ha permitido ampliar su currículo y mejorar su cultura personal. Explica, en cambio, que no se siguieron con los mismos porque se detectó un aumento del furtivismo que exigía mayor implicación con las labores de vigilancia. De hecho, el último de ellos se realizó en junio de 2008. Al portavoz no le importaría retomar la formación, pero entiende que no es un buen momento debido a los escasos los recursos económicos.