El Basquet Coruña tiene esta tarde la oportunidad de meterse por primera vez en una final de ascenso a la ACB. La primera cita con una historia que todavía puede ser más brillante.
Sin embargo, confianza cero. Aunque los equipos cambian, los jugadores cambian, las circunstancias cambian, algunas maldiciones perviven. Los de Sergio García enterraron dos en primera ronda, ganando por primera vez en Oviedo y anotándose por primer vez una serie al mejor de tres partidos.
Hoy lidiarán con otra: el club herculino ha tenido cuatro match balls en su pista para sentenciar antes de tiempo –en eliminatorias a cinco partidos– y todas salieron rana. El único con final feliz fue en el quinto contra el Breogán en la temporada 2015/2016.
El margen de error se reduce en esta atípica campaña: en caso de perder hoy, el conjunto naranja se la jugará a una carta en territorio enemigo, situación a la que ha llegado en tres ocasiones, todas con derrota.
Precedentes al margen, el Basquet Coruña cumplió el pasado martes en Granada (67-77) con unas de las premisas de su éxito, dejar al rival por debajo de 75 puntos, algo que en lo que va de curso le ha reportado un récord de 14-2.
Fue el primer duelo de semifinales un ejercicio de desgaste, un método de trabajo que solo puede permitirse un grupo tan físico, como certifica el parcial de 8-19 en el último cuarto que le coloca ante 1.500 aficionados y con 40 minutos por delante para lograr la primera de las tres victorias que lo separan de la ACB.
Para ello es imperativo volver a frenar al MVP de la fase regular, Lluis Costa (‘solo’ 8 puntos y 4 asistencias el martes), controlar el rebote defensivo –una asignatura en la que los de Sergio García no andan tan finos últimamente como en el resto de la temporada, limitar las pérdidas (solo 12 por 21 del Granada en el capítulo inaugural) y un acierto decente desde el arco.
Además de Costa, la marea naranja deberá extremar la vigilancia sobre Thomas Bropleh, Alex Murphy –dañino tanto dentro como fuera– y Christian Díaz –un tirador de rachas–, toda vez que los 13 puntos que registró David Iriarte el pasado martes, cuando solo Bropleh (15) anotó más, no parecen más que un ‘día especial’ de un jugador que promedia poco más de la mitad.
El técnico del Granada, Pablo Pin, vuelve a tener la baja de Edu Gatell, un jugador importante en el rebote, mientras que Sergio García dispone de los once hombres que están a tres pasos de un sueño. El primero, mejor darlo hoy que el próximo martes.
Sergio García (Basquet Coruña)
“Es un partido por el que hemos estado trabajando toda la temporada, pero somos conscientes de que no hemos conseguido nada hasta el momento. También de que tenemos que hacer las cosas mejor de lo que hicimos el otro día, ese tiene que ser nuestro pensamiento para poder ganar. Nuestro nivel defensivo el otro día fue bueno, pero hubo momentos que también cometimos errores que sabemos que nosotros nos debemos cometer para no dar opciones”.
Pablo Pin (Granada)
“Tenemos un partido muy duro. Sabemos que tenemos que mejorar ciertas cosas, como la circulación de balón. Nos costó mucho trabajo en el primer partido y tuvimos pérdidas que ayudaron a que ellos tuvieran buenos tiros. El nivel de concentración tiene que ser muy alto. Hay que confiar en el gran trabajo que hemos hecho todo el año y disfrutar del partido. Vamos a pelear cada jugada contra un equipo que nos exige el máximo. Estamos cansados físicamente, pero hay que hacer este esfuerzo”.