Alo que parece, el Presidente de Gobierno, con el aval de sus socios –Podemos y compañía–, va a poder esquivar comparecer en una sesión monográfica en el Congreso para explicar su decisión de indultar a los dirigentes independentistas que cumplen penas por haber intentado subvertir el orden constitucional.
Lo cierto es que es inexcusable que el Presidente participe en un debate sobre los indultos habida cuenta de que es una decisión cuanto menos controvertida.
Es más, en mi opinión debería de ser el propio Pedro Sánchez quién solicitara la celebración de un pleno monográfico sobre un asunto tan trascendental. Eso sería lo normal. Pero desde la llegada de Sánchez al poder nuestro sistema se esta deslizando hacia un cesarismo cuanto menos preocupante.
La concesión de indultos sin duda es prerrogativa del Gobierno, pero en una democracia la obligación de los gobernantes pasa por explicar lo que hacen y sobre todo dar cuentas al Parlamento de decisiones de tanto calado.
Puede que Sánchez carezca de argumentos sólidos para convencer no solo a sus señorías sino también a los ciudadanos.
Y es que es difícil de digerir un indulto a quienes no dan un paso atrás en sus intenciones de proclamar una “república catalana”.
Pero además, el señor Presidente aún no ha tenido a bien contarnos a los ciudadanos en que consiste ese reencuentro con Cataluña del que tanto habla o si realmente se cree, como ha dejado dicho ,que “arreglar los problemas”, en este caso el de Cataluña, no tiene coste.
Sánchez tiene la obligación democrática de explicar alto y claro cuál es su hoja de ruta, de que va a hablar y cuales son las líneas rojas en su diálogo con los independentistas catalanes.
Las recientes declaraciones de Oriol Junqueras intentando echar una mano a Pedro Sánchez para que ponga en marcha los indultos, no solo no han tranquilizado a la opinión pública sino todo lo contrario. Y es que los líderes independentistas catalanes sí que tienen una hoja de ruta, saben lo que quieren y tienen un plan bien definido para conseguirlo, mientras que Pedro Sánchez y su Gobierno lo único que hacen es pedalear para seguir en el poder.